lunes, 31 de enero de 2011


La casa de las conejitas una típica comedia americana

Película que sólo quiere divertir por medio y risas fáciles. Recuerden es una película sobre una conejita Playboy perdida.
Stone, Dennings y Faris, un trío cómico.


Me han dicho algunos de mis pocos seguidores que me aventure a reseñar películas de todo género. Hoy les hago caso y les tengo una película que es boba, pero disfrutable. Con ustedes La casa de las conejitas (2008). 

Esta comedia típicamente americana era precisamente lo que me esperaba: una película para adolescentes, mostrando mucha carne para los chicos y una vena sensiblera de amores mal logrados para las chicas. Pero aún así, debo aceptar que me gustó. 

Shelley es una conejita Playboy que ha cometido el supremo pecado, ha cumplido 27 años –En tiempo de playboy equivale a los 59--, y a causa de esto ahora ha sido corrida de la mansión. Shelley está viviendo en su carro, viniendo de un mundo superficial vacío y, según la llaman muchas veces, insulso. De modo que por azares del destino, cae en una casa de fraternidad de una universidad. Y comienzan los clichés. 

La película está llena de gangs ya antes vistos, es una comedia simplona repleta de escenas de sexo --pero los manejadas con buen tacto y hasta simpatía--, pero es algo que se espera ya que el director, Fred Wolf, fue durante mucho tiempo escritor principal en el programa Saturday Night Live y de “joyitas” como Las Aventuras de Joe Dirt, Without a Paddle y Black Sheep. Pero a diferencia de las anteriores, Wolf parece haber entendido que las historias de salvar a los desadaptados no necesitan ser de adultos para tener éxito. Tampoco lastima mostrar varias mujeres con ropa corta y a Hugh Hefner deprimido y comiendo helado. 

Realmente lo que se puede rescatar de la cinta es sin dudarlo la actuación de Faris, ya que es oro puro, una combinación perfecta de humor físico y sutil, ligado con momentos auténticamente tiernos, además sus ojos reflejan lo que refleja un rubia de play boy, nada. La casa de las conejitas sirve como examen para las actrices en auge, Emma Stone y Kat Dennings, ambas con talento nato en la comedia romántica. Merecen ser mencionadas no por su talento, si no por sus progenitores, Colin Hanks y Rumer Willis, --los apellidos les dicen quienes son sus padres—quienes no resaltan en lo más mínimo. 

Al final, la película pretende dejar una moraleja, algo sobre no dejarse llevar por superficialidades y eso, pero uno simplemente quiere saber si perderán la casa o no. Y supongo que eso es señal de una película que sólo quiere divertir por medio y risas fáciles. Recuerden es una película sobre una conejita Playboy perdida.

Diego S.

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