sábado, 29 de enero de 2011


Tiempo de volver


Andrew Largeman es un actor de televisión que se aleja de su familia y viaja a Los Ángeles en busca de fama. Se mantiene ahí por nueve años, y en un intento por evitar los recuerdos, se hunde entre antidepresivos, alcohol y drogas. Un día se entera de la muerte de su madre y este suceso lo obliga a regresar a su pueblo natal para encontrarse con esa extraña realidad que había sido su hogar años atrás, pero que ya había olvidado desde hace tiempo. 

A su regreso, el protagonista teme del reencuentro con su padre, que a pesar de la distancia sigue ejerciendo una influencia dominante sobre él. Volver a su pueblo después de nueve años lo desconcerta y remueve sensaciones que lo llevan a replantear su vida.

Se encuentra con amigos de la infancia que al verlo de regreso en el pueblo gritan emocionados de lado a lado de la calle "¡Hey Large!" Y es que el tipo continúa siendo un personaje interesante del pueblo, después de todo, no cualquiera tiene oportunidad de salir en televisión. De hecho, sus amigos tienen los empleos más poco ordinarios que se pueda imaginar, desde empelados de tiendas de conveniencia, sepultureros y capacitadores de "empresas pirámide".

En medio de todo esto, Largeman conoce a Sam, una chica de sonrisa brillante y presencia fresca interpretada por Natalie Portman, quien llega a la vida del protagonista, no para completar una relación romántica, sino a romper con la dinámica. La presencia de Sam le brinda a Largeman la posibilidad de disfrutar de la vida.

Por momentos, la historia se asemeja a los romances post adolescentes clásicos o los tan empleados road movies. Pero el director -que actualmente participa en la serie Scrubs- rompe con esto de repente, dejando de lado los convencionalismos y llevando al espectador a situaciones surrealistas. 

Una secuencia: en medio de la plática, Andrew y Sam encuentran sus miradas. Sentados a la orilla de la cama, guardan silencio, se miran y repentinamente Sam dice: "no te voy a besar". Se levanta y hace algunos movimientos y sonidos extraños que acaban por confundir aún más al agobiado Largeman. La lección: siempre que Sam siente que está por hacer algo estúpido, cataliza sus impulsos para lograr algo que nadie haya intentado jamás. Así de simple se va llevando la trama.

Al principio, la película se llamó Andrew's Ark (El Arca de Andrew). Después quedó como Garden State, título con el que se comercializó en 2004. A su paso por México, la película fue llamada Tiempo de volver, en su estreno en España fue Algo en común". Lo que es un hecho, es que por los mercados donde pasó fue cosechando éxito, reconocimientos y premios. Destaca la nominación al premio del Gran Jurado en el Festival Sundance en 2004 y la obtención del premio Independent Spirit Award en 2005 en la categoría de Mejor Primera Producción. Además, la banda sonora también fue premiada en los premios Grammy de ese año.


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