sábado, 22 de enero de 2011


Voy a explotar una historia sobre la adolescencia


Voy a explotar refleja la etapa de la vida donde todo es nuevo, la odisea del descubrimiento de la sexualidad, el ansia por llegar hacer adultos y comportarnos como tales


¿Alguna vez en la adolescencia nos cruzó por la cabeza estrangular a nuestros padres por no comprarnos lo que deseamos o por el simple hecho de no dejarnos salir a una fiesta? Lo más seguro es que muchas veces llegamos a pensarlo. La adolescencia es una etapa dura donde se nos ocurren mil cosas, es la etapa pesada para nuestros padres y la etapa del conocimiento para los que la atraviesan. Con Voy a Explotar (2009), Gerardo Naranjo presenta una historia ligera que nos interna a la psique de un quinceañero y realiza lo que todo puberto quiere en su momento hacer, mandar a la mierda a todos.

Voy a explotar relata la vida de dos adolescentes que son considerados como "problemas". Maru (Marías Deschamps) , conoce a Román (Juan Pablo de Santiago), un adolescente con fantasías violentas. Los dos se unen en una rebelión contra todo y todos cuando deciden huir a un lugar donde nadie los encuentre. La insospechada nueva intimidad los lleva a descubrir su sexualidad y una intensa vida en pareja que los une y a la vez los confunde. A pesar de saberse buscados por sus padres, los jóvenes buscan expandir los límites de su recién formado paraíso y arriesgan su escondite al salir al mundo real, donde las heridas son verdaderas y las acciones tienen consecuencias.

La película te lleva a esos momentos tan frustrantes que te hacían pasar tus padres, cuando sentías que los adultos eran unos dictadores y tenias ganas de revelarte. Una película muy íntima y a la vez universal. Los personajes principales hacen una historia tierna donde realizan los pensamientos reprimidos de muchos. 

El punto clave de la película son los jóvenes e inexpertos actores, los cuales logran llevar por sí mismos todo el peso de la película, otorgando a cada uno de sus personajes una personalidad propia y acertada para un adolescente característico de la sociedad mexicana actual --influye mucho que ambos son considerados como rebeldes en la realidad--.

Al igual que su anterior trabajo Drama/Mex (2006) Gerardo Naranjo acompaña a su segundo largometraje con una muy buena selección musical, este ayuda a sentir el estado de ánimo de los protagonistas --ya sea por el la música que escuchan ellos en su reproductor o el excelente score--. El aspecto visual resalta por la ingeniosa fotografía que va avanzado de colores luminosos hasta llegar a los tonos fríos, los cuales enmarcan el dramático final.

Un retrato de la juventud que muestra la falta de atención de los padres hacia los hijos --sin llegar a ser moralista-- siendo a la vez también un perfecta historia de amor que bien podría ser cualquier relación adulta. Voy a Explotar puede llegar a ser una cinta predecible y considerada para muchos como para jovencitos, pero no se equivoquen, la cinta es mejor dicho una cinta sobre la adolescencia.

Diego S.




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