domingo, 23 de enero de 2011


True Blood es una historia de intriga, amor y lucha por la aceptación social.

Una gloria que revive el vampiro creado por Bram Stroker en su versión actualizada.
La serie ya va por su cuarta temporada.


La fascinación por la muerte, la sensualidad de la sangre, la fascinación por convertirnos en un ser suprahumano... la figura del vampiro es un ícono de tantas caras que siempre ha cautivado la atención de un público amplio, y ha sido fuente inagotable de recreaciones en todas las artes. 

Sin embargo, toda fórmula se agota, y ya estábamos sufriendo la monotonía del formato de series como “El diario de los vampiros”, la poco lograda saga de “Crepúsculo”, en las que el tema del vampiro es una simple excusa para vender cuerpos e imagen.

En True Blood, por fin hallamos un nuevo planteamiento, una fresca perspectiva que dejará satisfechos tanto a los fanáticos del tema del vampiro, como a los inexpertos que se desconocen el tema –mi hermana se enganchó con el primer episodio y ya es fan--. La serie retoma la esencia del mito vampírico --que en estos años se había perdido entre vampiros homosexuales carentes de colmillos--, donde los seres nocturnos son personajes seductores, sexuales, agresivos y sí, tienen colmillos y se bañan en sangre. 

¿De qué va True Blood? Ambientada en un pequeño pueblo sureño de Louisiana, la serie presenta cómo viven los vecinos la revelación de la existencia de una especie que ha vivido oculta entre ellos durante años: los vampiros, que deciden salir a la luz ahora gracias a una bebida de sangre sintética (True Blood) que puede facilitarles la integración. La aparición de un vampiro en la comunidad comienza a sembrar esa desconfianza ante lo desconocido; y más aún cuando una dulce chica del pueblo, Sookie Stackhouse, se involucre con él en una relación amorosa mal vista por todos, y comiencen a suceder en el pueblo una serie de misteriosos asesinatos.

Para todos aquellos escépticos, Sangre verdadera no es más de lo mismo. Basada en los libros de Charlaine Harris, Alan Ball el creador de la multipremiada Six feet under, realiza una serie plagada de metáforas sociales, donde por medio de situaciones llenas de misterio y humor negro, logra que cualquier anécdota sea una epifanía de la verdadera naturaleza humana de la actualidad. 

Lo raro de la serie es que nunca se tiene a un solo protagonista –sí se promueve a Anna Paquin como la principal pero es mera mercadotecnia--, si no, todo un mosaico de personajes que representan un estereotipo de la sociedad, dando la oportunidad de engancharte no sólo con la historia de uno de ellos, también aportando una versatilidad de sub géneros dentro de la serie. 

True Blodd es una historia de intriga, amor y lucha por la aceptación social. Una gloria que revive el vampiro creado por Bram Stroker en su versión actualizada.

Diego S.






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