domingo, 29 de mayo de 2011


El Curioso Caso de Benjamin Button, un cuento demasiado largo.


curiosa la fascinación que sienten los de la Academia de por las historias que exigen a los actores una caracterización que los hace irreconocibles, ejemplos:

• Charlize Theron en “Monster” (la afean tanto que parece otra mujer).
• Helen Mirren en “The queen” (un doble perfecto de la reina inglesa).
• Nicole Kidman en “Las horas" (por la nariz).

En está ocasión es Brad Pitt como Benjamin Button que envejece y rejuvenece. Muy cuestionable su incursión el por qué estuvo nominado a mejor actor.

Un hombre (Brad Pitt) nace con ochenta años y va rejuveneciendo a medida que pasa el tiempo, es decir, en lugar de cumplir años los descumple. Ésta es la historia de un hombre extraordinario, de la gentes que va conociendo, de sus amores, pero sobre todo de su relación con Daisy (Cate Blanchett)

Estaría de acuerdo con que en todas esas películas hubieran otorgado el Oscar a los efectos especiales, maquillaje, peluquería, vestuario, etc… pero de ahí a proponerlas como mejor película, actor o actriz… pues en algunas no estoy de acuerdo.

“El curioso caso de Benjamin Button” no me parece nada original. De hecho la historia me recuerda mucho a “Forrest Gump” --las dos me parecieron domingueras, una mejor que la otra--. Ambas tratan de un chico que nace diferente físicamente y que se debe enfrentar al rechazo de muchos por esas diferencias, que cuenta con una amiga desde la infancia de la que se enamora pero que no le corresponde. Se vuelven a encontrar en mitad de la vida de ambos y viven su amor por fin. Tras tener un hijo se separan y después, al final de sus vidas, vuelven a encontrarse para cuidar el uno del otro. El parecido es más que razonable ¿no?.

Tras decir esto, es evidente que la película no me ha gustado. Resulta demasiado sensiblera para ser un drama, demasiado sosa para ser comedia, demasiado superficial para ser una historia de amor, demasiado larga para resultar amena.

Con todo, de la película me quedo con la parte en la que el barco en el que se mete Benjamin, “El Chelsea” llega hasta Rusia, y toda la tripulación se hospeda en un hotel de puerto, donde Benjamin conoce a una mujer británica llamada Elizabeth Abbott (Tilda Swinton) de la cual se enamora. Tras largas conversaciones nocturnas, y a pesar de que Elizabeth está casada con un espía del gobierno británico, inician un romance. Un día después del ataque a Pearl Harbor, Elizabeth de modo inesperado lo abandona dejándole solo una nota que dice: “Fue agradable haberte conocido”. La relación entre ambos, la química, resulta más creíble e intensa que la relación con Daisy (Cate Blanchett). También intensa, aunque su papel sea muy breve, Julia Ormond. 

Vamos admiro los grandiosos efectos especiales de la cinta, la ingeniosa dirección de Fincher, pero son de esas cintas que se sienten pesadas e interminables, la historia pudo ser más fluida y menos tediosa. Técnicamente es impecable, pero hasta ahí, la academia le dio lo que se merecía al otorgarle sólo premios técnicos.

Un cuento que se prolongó demasiado.

Diego S.


viernes, 27 de mayo de 2011


¿Qué Pasó Ayer? Parte II es una réplica de su antecesora


Todos tenemos claro cuál es el motor de la industria cinematográfica, el dinero, este decide si una cinta tiene continuación, corrida comercial mundial o simplemente se estanca. ¿Qué pasó ayer? Fue una revolución en términos económicos y reinventó hasta cierto punto el género de la comedia, tanto así qué se ganó un globo de oro y sonaba fuerte para una nominación al Óscar –fiu gracias a dios no ocurrió--, teniendo en cuenta estos factores era inevitable una secuela. 

Stu, Phil, Doug y Alan se van de viaje a Bangkok a festejar la boda de Stu. Ahora la cruda pasa en Tailandia. 

¿Por dónde empezar? Sí la primera parte me pareció una recopilación de sketches, la secuela no pudo reinventar mínimo lo único gracioso que tuvo la otra. ¿Qué pasó ayer? Parte II, es sólo un remake de las mismas situaciones, pero con la diferencia que ahora es en Bangkok. 

Toda la película es una copia de la misma historia, los personajes mantienen su esencia que la anterior haciendo sus mismas gracias, aún así, es lógico que el público suelte carcajadas con más de lo mismo. Zack Galifianakis –sí el gordito—se muestra estancado con sus ademanes afeminados y su habitual acompañamiento de algún animal, claro al inicio parecía gracioso, pero después de tres cintas se le quitó la frescura –Todo un parto es la tercera por si se lo preguntaban—. El único personaje que realmente inyecta algo nuevo a la historia es Chow, el chinito homosexual, y todo gracias a que aparece más tiempo en pantalla –eso del “gusanito” y sus comentarios hilarantes son buenos--. 

Hay escenas divertidas e inclusive una persecución automovilística muy bien filmada, pero a larga es más de lo mismo, el presupuesto se elevó está claro y le sacan provecho, pero aún así todo luce trillado. 

El director, Todd Philips estancado en su mismo estilo --y con una corta filmografía que incluye cinco filmes-- ya se ve repetitivo manteniendo la misma fórmula durante sus tres últimas películas. 

Si no disfrutaron la primer parte olvídense de ¿Qué pasó ayer? Parte II, se sentirán estafados.

Diego S.

lunes, 23 de mayo de 2011


Bala Mordida y la "parodia" de la seguridad nacional

Cinta que sirve para recordar la mediocridad de la seguridad mexicana, y los problemas que aquejan a nuestra nación.


Miles de películas después de ser terminadas cavan su tumba, ¿por qué? Sencillamente el hecho de no entrar en los parámetros comerciales, las productoras los ven como un riesgo en taquilla lo que los lleva mantener la cinta “enlatada”, algunas corren con suerte, otras simplemente se lanzan directamente al formato DVD…si bien les va. Bala Mordida llevaba alrededor de 9 años buscando financiamiento, en el 2009 estuvo en el FICG. Ahora después de dos años de pasar por festivales, la cinta dirigida por Diego Muñoz verá la luz con tan sólo 30 copias. 

Mauro Hernández, un joven policía preventivo a las órdenes de su comandante, se ve envuelto en un conecte de cocaína en donde por quedarse con unos pesos de más canjea su pistola para completar el costo de la mercancía. Discute con Joaquín, traficante y expolicía, a quien termina amenazando, pero al retirarse con sus compañeros una banda controlada por Joaquín le roba la mercancía. Mauro es herido; su chaleco antibalas no soporta el pinchazo de una punta; el escándalo por la deficiencia de los chalecos se convierte en una investigación de malversación de fondos policiacos, el cual es exagerado por los medios y la televisión. 

El cine refleja la situación que se vive en cada país, un tema altamente recurrente pero no exento de la realidad, la corrupción en México es “el pan de cada día”. 

Bala mordida es un retrato de la situación en la que se encuentra nuestro cuerpo policíaco y las carencias con las que este “nos protege”, quizás puede caer en ciertos clichés del cine nacional –corrupción, ciudad insegura, violencia—, pero con un toque cómico, que si bien al momento de los chistes parece gracioso, las personas que “cuidan” de nosotros resultan ser una burla y penosa realidad. 

La película es una radiografía de los encargados de la seguridad que al igual que ocurrió con Presunto Culpable, la cinta trata de concientizarnos sobre lo corrupto que resulta el sistema judicial y la vulnerabilidad a la que se expone la sociedad en general. 

El elenco encabezado por Damián Alcázar y Miguel Rodarte, hacen una mancuerna excepcional, el primero en un papel al puro estilo de la trilogía de Luis Estrada, mientras que Rodarte muestra muy buena química entre su pareja –Alcázar—como la parte sumisa de la “relación”, siendo este un patiño del comandante. Además se les une Gustavo Sánchez Parra –siempre genial, aunque no aparece mucho—y el añejo Roberto Sosa como un jefe cojo del barrio. 

Cine independiente mexicano, que si bien no tiene una gran calidad, los méritos son por hacerla tan bien con tan poco dinero. Véanla si quieren recordar la mediocridad de la seguridad mexicana, y los problemas que aquejan a nuestra nación.

Diego S.

sábado, 21 de mayo de 2011


Buza Caperuza es un fraude!!

se siente tan larga siendo tan corta

Estamos ante una interminable ola de remakes y secuelas, todo esto debido a los números en taquilla, y como consecuencia las típicas secuelas. Ya sea por los factores de dinero –pieza principal—fanáticos y la falta de creatividad para crear historias. Por eso tenemos el fraude que resultó Piratas del Caribe en sus dos últimas secuelas –aún falta ver la cuarta entrega--, y la cinta animada que cambio la manera de crear historias infantiles –y base de muchas cintas animadas--, Shrek , que después de sus tercera cinta desgastó tanto la fórmula que terminó siendo una burla de sí misma. Buza Caperuza 2 es una mentada de madre, pidan su reembolso. 

Mientras Roja se encuentra en una tierra muy lejana entrenando con un misteriosos grupo encubierto llamado “Las hermanas Hood” es llamada por Flippers Girón, Jefe de la Agencia “Felices por siempre” para resolver, en conjunto con El Lobo, el misterioso caso de la desaparición de Hansel y Gretel. 

Con la sencilla sinopsis sabemos que es una cinta más del montón que tratan de emular el éxito obtenido por el ogro verde, que logró cambiar el clásico cuento de hadas por uno más irreverente. 

Sólo lazaré una pregunta para los distribuidores mexicanos ¿En verdad era necesario exhibir ésta basura de película? Y una mejor ¿Generó tantas ganancias como para hacer una secuela? Sólo ellos tienen las respuestas. 

Mediocre es el adjetivo que merece esta cinta animada, comprendo que quieran hacer chistes con los típicos clichés para el público infantil, pero seamos realistas, los niños ya no son los de antes que divierten fácilmente. Buza Caperuza 2 tiene pésima animación muy del estilo de las cintas de Barbie, un guión terrible lleno de retazos de otras cintas –pareciera que los chistes que no quisieron en otras cintas los tomaron ellos--. 

Algo que me preocupa y que me parece un error, el doblaje, esa costumbre que tienen los actores de doblaje al tratar de “mexicanizar” todas las películas, con diálogos dignos de cualquier programa cómico de la mediocre televisión mexicana, me resulta tan vulgar y cero chistoso. Buza Caperuza 2, se siente tan larga siendo tan corta. 

Si trato de buscar un punto a su favor sólo serían las voces en inglés, el reparto incluye a Glenn Close, Hayden Panettiere, Amy Pohler y Martin Short. Dudo mucho que la cinta mejore si se proyectara con el idioma original, pero como los niños las prefieren en español, todos a escuchar al “Loco” Valdéz, Sheyla, Rubén Cerda. ¿Apoco no es más bonito?

Diego S.

miércoles, 18 de mayo de 2011


Thor, entretiene. Esperábamos más de Branagh


Entré cero expectativas cuando fui a ver Thor, no esperaba uno ver una obra de Shakespeare –tratándose de Kenneth Branagh-- pero sí que los diálogos estuvieran un poquito más trabajados. Igualmente tampoco se podía esperar demasiada profundidad en los personajes, pero sí un tratamiento que no fuera banal.

Kenneth Branagh se le trata por parte de la crítica con cierta benevolencia por su gran currículum. Quizá por ser su primera incursión en una superproducción de estas características, pero esperaba uno que con su aportación personal, el producto fuera diferente, más creativo, innovador, fresco. En lugar de eso, tenemos otra superproducción que puede ser correcta y entretenida, pero que sigue con evidente las reglas del Blockbuster del primer fin de semana, sin buscar otro tipo de confort que no sea el de la taquilla.

Nunca da la sensación de ser Asgard un mundo visualmente atractivo de cara al espectador--quizá no tiene por qué serlo--, sino más bien recargado y barroco, solemne y excesivo, en un abuso exagerado de la recreación informática, que cuando no están al servicio de la historia se suele convertir en histeria.
Hay dos momentos en que se nota que Kenneth Branagh domina los momentos más cercanos, más íntimos: cuando Thor descubre que no puede hacerse con el martillo, en medio la lluvia y unos muy conseguidos planos cenitales, y el fenomenal beso entre Chris Hemsworth y Natalie Portman, que supone la despedida para ambos. Además se puede agregar el buen desarrollo de los orígenes del héroe, lo cual no deja desinformado al espectador haciendo una película redonda.

Sí, parece todo un acierto la elección de Chris Hemsworth que interioriza bien su personaje –aunque en momentos me pareció insípido--, cumpliendo bien tanto en Asgard como en la Tierra. Natalie Portman, una actriz maravillosa y bellísima a la que últimamente vemos mucho en la gran pantalla, pone el chip de actriz de superproducción y claro, sobreactúa un poco, pero siempre es una delicia verla. Muy acertada la amiga de Portman, Kat Dennings aporta las puntadas cómicas que caracteriza a en este tipo de producciones.

No esperaba mucho del formato 3D, al saber que era un trabajo de postproducción, dudaba en que fuera un gran trabajo. Y acerté. Mucho movimiento de cámara, muchos planos amplísimos de Asgard, pero… sigo esperando algo más impactante que Avatar.
Nada se le pide al guión, al ritmo de la narración o a los efectos especiales que no sea más que entretenimiento.

Thor resulta una cinta correcta y entretenida, ¿qué más le puedes pedir?

Diego S.


martes, 17 de mayo de 2011


Nine una vida de pasión, Funciona más como un compilatorio de bonitos vídeos.



“Mucho ruido y pocas nueces”, frase emblemática utilizada en el cine para referirse al escándalo que rodea una película que termina por ser una total decepción. Casos sobran para dar ejemplos, uno de ellos es lo más reciente de Rob Marshall, quien se atrevió –si fue muy aventado—hacer una adaptación musical de un clásico del cine mundial, 8 ½ de el maestro Federico Fellini. 

Nine, Narra la crisis personal y profesional de Guido Contini, un conocido director de cine (Daniel Day-Lewis). En la vida de Guido hay demasiadas mujeres: su esposa (Marion Cotillard), su amante (Penélope Cruz), su musa (Nicole Kidman), su confidente y diseñadora de vestuario (Judi Dench), una periodista de moda americana (Kate Hudson), el amor platónico de su juventud (Fergie) y su madre (Sophia Loren). 

Vamos por pasos. Primero es una osadía el hecho de que hayan realizado un musical en Brodway entorno a la obra de Fellini, y aún más tonto el realizar una película sobre una puesta que no fue muy exitosa. 

Aún así como soy ferviente admirador de la cinta de Fellini, tenía expectativas enormes y más por el alucinante reparto –oscar por todos lados--, sin embargo, por el guión que es todo un montón de retazos no logra unificarse, cada pieza musical se ve bien por separado, no fluye y el musical sólo luce como una compilación de bonitos vídeos musicales. 

El sequito de actores daba para más, si bien Lewis cumple, Judi Dench luce desaprovechada al igual que Nicole Kidman, quien como siempre se ve incípida. Lo destacable son los números de Penélope Cruz –más no la actuación en sí--, Marion Cotillard y la que sorprende es Kate Hudson, entregando el mejor musical que evoca mucho a los números de la cantante Kylie Minogue. Fergie, de quien se dijo era una revelación, no tiene ningún mérito como actriz, no hace nada que no haya hecho como cantante. 

Al final poco destacable, la fotografía que me gustó por sus momentos de lucidez en blanco y negro, y la cuidada iluminación --la escena del baño con el cardenal, las escenas del principio cuando está el solo en el cine—y la dirección de arte que es grandiosa. 

8 ½ tiene un profundo discurso de fondo detrás de su historia de crisis personal que experimenta un artista. Pero es una pena que no sea tan llamativa desde la escenificación del musical en sí. Esperaba mucho, “mucho ruido, pocas nueces”

Diego S. 

domingo, 15 de mayo de 2011


Priest el Vengador, influenciada hasta el tuétano y aburrida

si quieren ver vampiros, mejor vean True Blood en la comodidad de su casa o Drácula de Francis Ford Coppola.

Las influencias son parte fundamental para crear el estilo propio de un director, sin embargo, en algunas ocasiones la “influencia” se deja ver más como una vil copia. Scott Stewart, es el director de uno de los bodrios más aburridos que eh visto en los últimos años, Legión de Ángeles, fue de esas cintas que prometían mucho terror y acción en el avance. Todos conocemos lo que pasó después de ver la película. Ahora Stewart trae, Priest El vengador, con Paul Bettany como su protagonista por segunda ocasión. 

Priest, está ambientada en mundo asolado por siglos de guerra entre el hombre y los vampiros, Paul Bettany es un legendario guerrero que destacó durante la última Guerra del Vampiro, pero ahora es sólo un sacerdote que vive en compañía de otros hombres en las amuralladas ciudades distópicas controladas por la Iglesia. Sin embargo, cuando su joven sobrina es secuestrada por un grupo de vampiros asesinos que viven en los páramos desolados del exterior, el sacerdote rompe sus sagrados votos y emprende su búsqueda decidido a vengarse de los secuestradores, especialmente de su brutal líder (Karl Urban). En esta aventura le acompaña Hicks (Gigandet), el novio de la chica, un sheriff y una sacerdotisa (Maggie Q), miembro de la legión de asesinos de vampiros y poseedora de habilidades de combate sobrenaturales. 

En Legión de Ángeles, el director demostró su poca creatividad, que al parecer no le da más allá de hacer mezcla de cintas de antaño, de las que posiblemente sea fiel seguidor. En Priest, hizo lo mismo pero con mayor creatividad y menos aburrimiento, sus referencias principales fueron --en esta ocasión—Daybreakers y Star Wars, de la primera le roba la esencia lúgubre futurista, de la otra, la ambientación y la dirección de arte que parece haber sido tomados de la bodega de George Lucas, además transpira cierto aire del western. 

Los efectos especiales no dejan de estar aún influenciados por lo que fue Matrix, siendo que a estas alturas la tecnología y las referencias en este rubro han cambiado demasiado –véase Inception y más cercano Avatar--, en El vengador, los efectos visuales lucen poco resueltos. Entre tanta mediocridad, tanto como de guión como visual, lo que se logra rescatar es la introducción animada, donde se resume una breve historia de cómo se ha llegado a la situación que se plantea en la cinta. 

Paul Bettany realiza un trabajo correcto y nada destacable, el resto del elenco es poco trascendente y soso, que ni siquiera el popular Stephen Moyer de True Blood fue aprovechado. 

Una película que no vale la pena pagar en ninguna de sus versiones, el 3D no aporta nada a la historia, ni si quiera las típicas secuencias de objetos acercándose le ayudan. En Definitiva no desperdicien su dinero, si quieren ver vampiros, mejor vean True Blood en la comodidad de su casa o Drácula de Francis Ford Coppola.

Diego S.

viernes, 13 de mayo de 2011


El Defensor, un sorprendente drama judicial que peca de entretenido



Generalmente cuando en una película lo que resalta más, es el nombre de un actor popular, tiende a formarse una idea errónea del producto en sí. Anne Hathaway pasó de ser una actriz encasillada en las comedias románticas, a ser una de las nominadas en los Oscar, quitándose la etiqueta de la boba de las cintas girly. Y el mejor ejemplo, Leonardo Dicaprio, encasillado a morir como el mítico Jack de Titanic, ahora eso ya ha quedado atrás. Matthew McConaughey, es el protagonista de El defensor y les adelanto, creo que está por quitarse una etiqueta. 

Mickey Haller es un abogado que se ha especializado en defender a criminales de poca monta procedentes de los barrios bajos. Cuando un día se le presenta la oportunidad de defender a Louis Roulet, un rico heredero detenido por el intento de asesinato de una prostituta, su carrera da un vuelco, pues esto significa percibir unos ingresos muy superiores a los habituales. Sin embargo, aunque el caso es aparentemente sencillo, acabará por tener consecuencias inesperadas. 

Así como David Fincher, impregnó a la Red social con los temas comunes de una cinta clásica, El defensor tiene un aire clasista de películas que se centran en mostrar la “naturaleza” de personajes normales, en este caso el cliché del abogado corrupto. Aún así la historia resulta emocionante y redonda desde su inicio. Alboroto, mentiras, corrupción y revelaciones inesperadas, tópicos que funcionan de una manera fluida, teniendo como consecuencia giros narrativos concretos, sin verse forzados. 

El señor McConaughey, encarna al prepotente abogado, que desde hace unos años el musculoso no dejaba quitarse la camiseta para marcar, demuestra tener mucho más que ofrecer a nivel interpretativo y se funde en un papel carismático y duro, muy prudente su actuación. Un reparto de lujo respalda a Matthew, Marisa Tomei, Ryan Phillippe, y el veterano de William H. Macy, todos con acertados papeles. 

La dirección es correcta, ya que a una cinta de esta manufactura no se le puede pedir un gran jugueteo de cámara, la estructura se limita a los planos base, sin embargo, la fotografía logra darle un toque de originalidad al crear la atmósfera del medio en que se desenvuelve el protagonista. Brad Furman, el director, crea una historia ágil por medio de flashbacks para sacarnos de la rutinaria forma de contar los hechos por medio de palabras, dotando a la historia y al espectador la opción de comparar las versiones de los involucrados. 

El defensor, es drama judicial que dista mucho de ser aburrida como se puede llegar a pensar, llegando a ser más entretenida que muchos de los blockbuster que se encuentran en cartelera.

Diego S.

martes, 10 de mayo de 2011


El Origen una compleja y espectacular cinta

Una cinta que no deja respiro alguno y que entra dentro del sequito de: "Películas que hay que ver -como mínimo- dos veces en tu vida”


Con su El origen, Christopher Nolan se consagra entre los directores visionarios de la época, puede que en el futuro se venda o pierda la frescura como ha pasado con por ejemplo, Shyamalan, pero hoy en día el sello de Nolan es el que está pegando más fuerte entre los críticos de Hollywood, así como en las taquillas de medio mundo.

La mente de Nolan parece que de momento no ha alcanzado su techo. Atrás quedó el complejo y magnífico rompecabezas de Memento y las idas en la cabeza del espectador después de su primer vista, porque es que ahora llega El origen y aunque las comparaciones suelen ir y venir, Memento se queda en un mero pasatiempo de dificultad para principiantes. En esta su más reciente locura, Nolan va mucho más allá metiéndose en el campo de la ciencia-ficción y sometiéndonos a un ejercicio de atención extremo si queremos salir con vida de su limbo. El guión es un universo de la realidad, sueños dentro de sueños y de flashbacks del protagonista para aderezar aún más esta compleja historia. Una zambullida hacia las entrañas del argumento, en la que el público es absorbido a lo largo de casi dos horas y media sin necesitad de cables ni máquinas. 

El origen es una película que desarrolla sus ideas de forma lúcida y competente, clarificadas la mayoría de ellas echando la vista atrás. Digo la mayoría porque precisamente "lo bonito" de Nolan es que aunque sus pilares básicos queden claros, siempre habrá partes incomprendidas en la historia que originen puntos de debate en foros, diferencias entre críticos y mil comentarios al término de la cinta.

Además de éste, del guión, y del influjo como dirección de Nolan, es imposible olvidarse del reparto de lujo, liderado por Leonardo DiCaprio, quien entrega una muy buena interpretación como un experto asaltante de sueños, a él le siguen un conjunto de auténticos actorazos, puro lujo, desde el veterano Michael Cane pasando por lo mejor de la generación, Ellen Page y Gordon-Levitt. 

Cabe destacar la acción impregnada en cada nivel de la historia, si bien la complejidad no va siempre de la mano con la acción, El origen la alza como un género prometedor, además le podemos sumar la grandiosa fotografía y una partitura compuesta por un Hans Zimmer lleno de adrenalina. Dando como conclusión secuencias de acción inolvidables.

Estamos ante uno de los mejores thriller de ciencia-ficción de la historia, y aunque suene un poco imprudente, el tiempo la pondrá en su lugar. Una cinta que no deja respiro alguno y que entra dentro del sequito de: "Películas que hay que ver -como mínimo- dos veces en tu vida”.

Diego S.



lunes, 9 de mayo de 2011


Ponyo deslumbra por su increíble sencillez.

Miyazaki no necesita más que su lápiz para entregar historias profundas y llenas de simbolismo. Ponyo es su regreso a las historias infantiles.


El director, creativo y genio del estudio Ghibli, Hayao Miyazaki es considerado uno de los mejores directores el país nipon, su destacada filmografía animada ha traído historias maduras, sin necesidad de recurrir a la animación por computadora, superando en creces inclusive a la antaña técnica tradicional. Miyazaki no necesita más que su lápiz para entregar historias profundas y llenas de simbolismo. Ponyo es su regreso a las historias infantiles.

Ponyo es una adaptación libe de la sirenita. Argumentalmente sencilla, incluso simple. Basa toda su fuerza más en la intención de transmitir sensaciones que en lograr una complejidad de guión inexistente en esta cinta.

Visualmente impacta. Y lo hace a la inversa de la corriente actual del 3D: Miyazaki, ferviente defensor del arte tradicional de hacer animación, hace aquí un derroche de imágenes y toda una obra de arte al lápiz para animar una historia. La contribución de la banda sonora de Joe Hisaishi a que todo resulte impresionante e imponente en ciertos pasajes es básica. Su música hace vibrar al espectador y sumergirse de lleno en la aventura.

El director japonés no pierde el rumbo: Su gusto por la exquisitez de los pequeños momentos sigue estando muy presente en la película. Quizás aquí más que nunca conjuga la espectacularidad con los pequeños momentos en un juego de contrastes más acentuado de lo habitual en su cine. Eso se refleja en la desenfadada relación de Lisa y Sosuke (madre e hijo), y posteriormente la entrada de Ponyo en la trama. Todo está contado con un gusto por las historias mínimas que deslumbra.

La brillantez expuesta en este trabajo rebaja un poco su destacadísima filmografía, en mi opinión por debajo de Mi vecino Totoro y tampoco alcanzando las absolutas obras maestras de El Viaje de Chihiro o La princesa Mononoke.

Ponyo fue una de las mejores cintas de 2008 y si bien es una grandísima película de innumerables virtudes, no es lo mejor de Hayao Miyazaki. Pero es que decir que no es lo mejor de Miyazaki es decir que estamos ante una de las mejores películas de animación. Porque el japonés es, muy probablemente, el mejor director de animación de la historia del cine. Y lo más destacable: Mantiene su arte y su ideario intacto pese a su cada vez más avanzada edad.


Diego S.

lunes, 2 de mayo de 2011


Atracción Peligrosa un sólido Thriller



Han sido pocos los actores que han dado un buen paso a la transición, Actor-Director, Uno de ellos es el conocido Sean Penn y su Camino Salvaje, como su trabajo más relevante. El actor de Apollo 13, Ed Harris dirigió un sólido drama en Pollock, entrando en la “secta” de los actores que salen librados de la tan recurrente transición. Ben Afleck se puede unir a el reducido grupo, si con Gone baby gone sorprendió a la crítica, Atracción peligrosa, reafirma que no fue un golpe de suerte su inclusión como director. 

Mientras planifica su próximo golpe, Doug MacRay (Ben Affleck), un atracador de bancos de Boston, tiene que esforzarse por controlar sus sentimientos por Claire (Rebecca Hall), la directora de uno de los bancos que atracó. Al mismo tiempo, intenta esquivar al agente del FBI Frawley (Jon Hamm) que le sigue los pasos.  

Atracción peligrosa resulta ser una sólida y bien contada historia de ladrones, con acción dura y bien dosificada, que transcurre entre un (casi) profundo análisis de la personalidad del protagonista (el propio Affleck) y su sistema de supervivencia ante unas circunstancias exteriores que --como nos pasa a todos--, empezaron a conformarla desde pequeño: la familia volatilizada en ese barrio irlandés de Boston, con sus típicas reglas étnico-morales no escritas que los canallas interpretan como les da la gana, ese sentido de la amistad del amigo peligroso, ese cansancio que a todos nos llega y nos empuja hacia algo --sea bueno o no--, esas historias sentimentales que se queman sin remedio en las brasas del tiempo para dejar paso a otras nuevas y que de cierta manera siempre van de la mano de las historias de acción o thrillers. Affleck no profundiza del todo. Pero es que claro, no tiene tiempo de contar todo esto con detalle. Ben, tiene que contar un thriller y, a fe mía que se empeña en ello con todas sus fuerzas, consiguiendo no decaer en ningún momento. 

La escenas de acción estan genialmente llevadas, la secuencia inicial es muy buena y te mete de lleno en la trama, haciendo que te sientas parte de esa banda de ladrones encabezada por Doug y Jem. Hay otras escenas de acción que también están excelentemente hechas llenas de ritmo y tensión hasta desenbocar en ese explosivo final en el sientes que estás viviendo el tiroteo en carne propia. 

El reparto es acertado, Chris Cooper siempre solvente como secundario, Pete Postlethwaite está magnífico y el multinominado, Jeremy Renner se alza como un talento que emerge, su interpretación como un vil y soberbio ladron convence, merecida su nominación. 

El único pero del elenco es Ben Afleck, de entrada él como actor nunca me ha agradado y creo que tiene muy pocos trabajos que son recomendables, creo que debe replantear su profesión para ejercer en el futuro, pues como director se desenvuelve muy bien imprimiéndole pulso y tensión a la historia a sus historias.

Diego S.