Historia fantástica que teje un camino visual entre varios géneros, haciéndonos ver que no todo cuento de hadas es hermoso.
Faunos con olor a tierra, hadas insectos, sapos gigantes y raíces mágicas. La ultima película dirigida por el tapatío Guillermo del Toro, nos haría pensar que se trata de una película fantástica mas tratando de sustituir al Señor de los Anillos. Apartado totalmente de esa idea, Del Toro entrega un mestizaje entre la fantasía y la realidad, haciendo un balance en cada aspecto que se toca, inocencia-maldad, obediencia-desobediencia.
Durante la dictadura de Franco, una niña (Ofelia) se traslada a vivir a las montañas con su madre y su padrastro, un capitán franquista, ahí Ofelia descubrirá un laberinto habitado por un fauno que le dará escoger entre vivir en un cuento de hadas donde es la princesa o vivir en un mundo cruel. La brutalidad se apodera de la historia, empezando por la violencia grafica proveniente del Capitán Vidal encarnado por un deslumbrante Sergi López con alma de robot que su único interés es continuar con su legado. Ivana Baquero nos entrega una actuación muy acertada como la princesita, logrando conmovernos representando a la inocencia pura.
Del Toro nos da la fórmula de una fábula haciéndola chocar con un evento de la historia, lo cual logra magistralmente entregando un mundo perturbador lleno de contrastes, creando personajes tan entrañables como el hombre pálido y el fauno.
La fotografía encargada a Guillermo Navarro es exquisita, plasmando unas imágenes mágicas llevándonos de lleno al mundo fantástico de la historia, la imagen de Ofelia entrando al tronco del árbol se quedará en la mente de los cinéfilos como una de las más bellas. La dirección de arte es realmente soberbia, al construir todo el mundo mágico con tal realismo que nos quita completamente de la cabeza que la tecnología puede más que la mano del hombre. Los movimientos de cámara que nos hacen sentir un niño escurridizo y los planos detalles a objetos claves de la historia, se olvidan de los planos fijos logrando que se sienta más el mundo fantástico acompañado de una bella música acertada para este tipo de historias.
El director no solo construyó a sus personajes también profundizó en sus sentimientos dándoles vida, en la cual se refleja en los colores y el ambiente donde cada uno habita, acentuando así más su personalidad.
Tanto como el guión y los personajes son producto del director, creados a base de los cuentos de Óscar Wilde y el universo de los hermanos Grimm, así como de las ilustraciones de antaño de Arthur Rackham, creativo de los dibujos de Alicia en el país de las maravillas, lo cual justifica el gran parecido del personaje y vestuario de Ofelia y del arte en general.
El director nos entrega una historia fantástica para adultos tejiendo un grandioso camino visual entre varios géneros, que saca a la luz el lado más oscuro de la naturaleza humana jugando con seres fantásticos, haciéndonos ver que no toda fantasía tiene que ser hermosa, pero la cual si necesita de un final digno de un cuento.
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