jueves, 30 de diciembre de 2010


Animal Kingdom, miseria y desencanto, tradición familiar

Película llena de momentos llenos de crimen, venganza, drogas y corrupción policial 
James Frechenville y Guy Pearce.

Muchas veces el personaje principal en las películas suele ser una maquinaria, que funciona perfecto tanto en conjunto, como por separado. Casos particulares como Los sopranos (2004-2008), y recientemente Inception (2010), ambas con un reparto que funciona como un engranaje al estar al mismo nivel de actuación y que posiblemente si alguno de ellos faltara, no sería lo mismo. 

Animal Kingdom nos traslada a Melbourne, donde J Cody (James Frecheville), de 17 años, se traslada a vivir con su abuela y sus tíos al morir su madre de forma repentina por sobredosis. El muchacho se adaptará rápidamente a su nueva familia que se dedica al narcotráfico y a los negocios turbios. 

La cinta funciona en gran parte por el reparto, el cuál cada uno de los integrantes carga una de las situaciones por las que atraviesa la familia. Hablamos de un reparto muy funcional, donde los actores supieron cumplir su parte logrando realizar una de los linajes más peculiares. La cabeza de la familia es la abuela (Jackie Weaver), una señora domesticada que haría cualquier cosa por proteger a sus cachorros sin perder la cordura, aún así, se trate del acto más descabellado. El cachorro mayor (Luke Ford) líder por su edad, más no por su inteligencia, aporta a la historia los momentos explosivos y de suspenso. Los hermanos menores, representan en la historia cada instante familiar, además de ser la poca cordura que le queda al linaje. Por otro lado se encuentra los agregados, el joven J Cody (James Frecheville ) y el exiliado tío pope (Ben Mendelsohn), el primero es la visión trágica de lo que queda de un reinado y se puede considerar la víctima, el segundo es sin duda el villano de la historia, que aporta cada uno de los giros inesperados en la historia. Todos nos dan varias personalidades y varias realidades para disfrutar, sin llegar a ser un minitrama, sino más bien una historia con varios conflictos mirados desde los ojos de J, el personaje principal. 

Historia cargada de miseria y desencanto, aderezada con lealtad y tradición familiar. Momentos llenos de crimen, venganza, drogas, corrupción policial y toda la red de tips que esto trae consigo. 

La película cumple con ser un drama de “el gato y el ratón”, técnicamente no posee nada relevante, quizá sólo la música que crea buenas atmósferas en los momentos claves. Si te gustaron The Town (2010) ó Gone Baby Gone (2008), Animal Kingdom será favorita en el género. Por cierto, es la apuesta fuerte por parte de Australia para los Óscar.

Diego S.
El dato 
Por la trama que maneja estoy casi seguro que pronto tendrá un remake, Hollywood gusta de este tipo de historias.

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