Nada falta ni sobra en Up, revalida una división que ha convertido a la animación en un género plenamente considerado, y quizás, sin quererlo, a la Disney como una filial menor totalmente dependiente de una Pixar que tiene laborioso el superarse, el reto de ir allí donde nadie parece acercarse, la central motora de un instrumento eficaz que no espera detenerse, el carrusel fantasioso en donde montan niños grandes y adultos pequeños, aprendices incondicionales de unos magos sin varita, con un secreto guardado con la llave maestra de un reino insobornable.

Todo, hay que verlo para creerlo, pero el prólogo casi mudo donde se resume la tierna relación de Carl y Ellie es una obra maestra dentro de una película inexcusable, parte viva de la era moderna, imaginario bellísimo de sensibilidad audiovisual y probablemente la cinta mas redonda de la, ya de por sí, magnifica antología Pixar.
La música de Michael Giacchino, con un tema principal hermoso y significativo, melodías elegantes, de gran optimismo y diferentes estilos que cubren desde el sinfonismo grandioso, al suave lirismo, el jazz y ragtime. Los trazos físicos de nuestros dos ancianos antagonistas, un villano carismático, Charles Muntz con la voz original de Christopher Plummer y el rostro de un psicótico Kirk Douglas y Carl, un cascarrabias enternecedor en la onda de Walter Matthau o Spencer Tracy doblado por el actor Ed Esner.
Diego S.
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