lunes, 21 de marzo de 2011


Outrage y la doble moral política.


Los documentales muestran siempre una cruda realidad de los problemas que embargan a la sociedad, es una denuncia sobre la cruda verdad y lo que esto conlleva. Outrage, es una protesta contra la hipocresía y la doble moral de los políticos estadounidenses. 

Sabemos que el “ clóset” existe en todos los estratos sociales y laborales, pero lo que resalta el documentalista no es al padre de familia de clóset que engaña a su esposa, o al joven reprimido por su familia viviendo una doble vida, lo interesante es la manera en que se ve afectada gran parte de la comunidad homosexual al ser dañada por los mandatarios homosexuales, que en lugar de velar por la comunidad que quieran o no, ellos forman parte, realizan campañas activas encontra de los colectivos homosexuales sólo para obtener el puesto deseado ó sencillamente no dañar la cara de su partido. 

La estructura de la película es sencilla, un blogero es quien en su papel de héroe, decide investigar a todos aquellos políticos que están rodeados por chismes acerca de su sexualidad. En principio eso del desenmascarar me pareció nada coherente, lo vi sólo como un ataque, pero conforme avanzaba la historia, te dabas cuentas el por qué lo hacía. La manera en que se desarrolla es magnífica, por medio de números, de testimonios, de artículos se va desglosando el perfil de cada uno de los “grandes” detractores de los derechos homosexuales, e inclusive entrevistas con personas que en algún momento se acostaron con los que velaban por la bisexualidad. 

Todo tiene un fin en común, revelar la terrible hipocresía que daña a toda una comunidad y que por miedo a dañar una imagen política, muchos pagan los platos rotos, por la violencia e ignorancia que transmiten las personas que manejan el país, llevándose entre las patas a personas que sufren la negligencia de estos –vaya increíble los fragmentos de noticias donde se muestran muertes de jóvenes de 15 años, cometidos por casi niños--. 

Es tonto pensar que los políticos a quienes se evidencian aparecen ante la cámara, sin embargo, de manera paralela campañas del senador de Idaho, Larry E. Craig, el representante de California, David Dreier y hasta en un gobernador de Florida, Charlie Christ, aparecen para contradecir todo lo que sus testigos y amantes dicen sobre ellos. En algunas de las entrevistas se puede notar el gran trabajo de investigación que se realizó, al mostrar interminables pruebas, fetiches y lugares que los antigays visitaban –vaya en una grabación se escucha a uno de ellos pedir con una descripción muy definida como quiere al chico, y otro se comprueba la recurrente visita a páginas de contactos gay--, todo está presentado de una manera que hace alusión a la doble moral que acompaña a estor personajes. 

Épico el momento, donde se presentan interminables cuestionamientos hacía la sexualidad de los senadores de una manera directa y sin quisquillar, los reporteros preguntan: “no le vamos a preguntar sobre su reciente triunfo, si no qué ¿usted es gay?” mientras ellos se limitan a evitar las preguntas o sólo decir un rotundo no.

Cabe destacar que sólo el republicano, James MCgreevey es el que ha pasado a la historia en declararse abiertamente homosexual después de haberse casado y formar una imagen del matrimonio tradicional.

Outrage es una completa vulneración del derecho a la intimidad en aras de combatirn a la hipocresía, principalmente cuando a través de ella se atenta gravemente contra una minoría –ajá-- que ve como sus derechos y libertades son limitados o negados por quienes más deberían esforzarse en protegerlos. El documental cierra con un grande pro gay, Harvey Milk diciendo que si todos los homosexuales salieran del clóset el país no sería el mismo y la comunidad gay ganaría, evitando toda clase de atentados contra la diversidad sexual. Manera más que correcta para cerrarlo.

Diego S.




No hay comentarios:

Publicar un comentario