jueves, 17 de marzo de 2011


Anticristo, retrato de la maldad humana

Muestra la vulnerabilidad del ser humano por medio de una mujer con una psique difusa y poseída por sus tragedias y placeres

Nunca confió en los directores que se autonombran el mejor de la historia o el que ha existido, esto lo menciono por la incoherencia que alguna vez dijo el danés, Lars Von Trier, a quien nunca he visto como un gran director a pesar de ser uno de los pioneros de la corriente Dogma 95 –corriente que no entiendo su existir---, y lo más gracioso aún, es que la película con la que me sedujo no fue en su técnica predilecta. Anticristo me cautivó. 

Para ayudar a su mujer a superar la muerte accidental de su hijo, un hombre, psicólogo de profesión, decide llevarla a una cabaña perdida en medio de un bosque, el lugar donde ella pasó el último verano con el niño. Pero la terapia no parece funcionar, y tanto ella como la naturaleza empiezan a comportarse de un modo extraño. 

En su momento cuando Anticristo se presentó en el festival de Cannes, lo único que me inspiraba a ver la película fueron las declaraciones de Charlotte Gaingsbourg, quien prometió nunca volver a trabajar bajo la batuta de Von Trier, junto a eso el morbo fue lo que me orilló a querer ver la película. 

No es fácil recrear una atmósfera perturbadora, siniestra e inquietante y mucho menos todas juntas a la vez. Lars, logró de manera majestuosa impregnar y transmitir al espectador un puñado de perversas emociones, sin recurrir a las clásicas técnicas del terror que buscan provocar al espectador con pésimos resultados. 

Pero ¿Qué tiene que ver el terror con el drama del danés? Terror es lo que provoca el anticristo, de igual manera que en la religión católica representa a la maldad pura, ¿maldad? Así es, la cinta es un ensayo sobre la maldad y la vulnerabilidad del ser humano, no esperen una película en el estilo del exorcista, Anticristo les causará más miedo que cualquier película sobre el demonio. 

Mis reacciones sobre el último trabajo de Von Trier fueron diversas, la secuencia del inicio me provocó que pensara en lo pretencioso que suele ser el director –pretencioso por la música, cámara lenta y blanco y negro--, pero a la vez me pareció bella y angustiante, una dualidad que se ve en imágenes, al mostrar de manera paralela el amor y la tragedia. 

¿Peor que una cinta de terror? Sí, Charlotte Gainsbourg es la maldad personificada, Lars, nos muestra la vulnerabilidad del ser humano por medio de una mujer con una psique difusa y poseída por sus tragedias y placeres, tornando un personaje enfermo. 

Anticristo muestra toda una evolución visual a lo largo del metraje, todo comienza con secuencias lentas y contemplativas, pasando a una transformación perversa repleta de escenas de tortura, sexo y mutilación –no bromeo al momento de decir perverso--. 

La película posee una precisión y una inventiva estética que se mantiene, a pesar de sus distintos cambios que se van inundando de maldad, logrando que su director creé un marco lleno de fuerza, coherencia y eficacia –Ya lo entenderán cuando la vean--. 

Al final, Anticristo, es un mero pretexto de su director para demostrar que el humano tiene algo de malicia dentro de él, y en el momento en que esta se despierta el hombre es capaz de cometer actos inimaginables, lo cual trasciende y al espectador nos inquieta y desasosiega. La maldad se hace imagen.

Diego S.

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