Los ojos de Julia, suspenso entretenido

 Filme palomero que cumple con entretener, rebuscando giros inesperados estilo telenovela.

Luego de que Guillermo del Toro despegará por la aplaudida, el laberinto del fauno (2006), al director tapatío le llovieron oportunidades para producir. En cada cinta que ha aparecido su nombre me he tomado el tiempo para echarle un vistazo. Pocas han sido las decepciones –Mientras no estabas, cinta con Kim basinger, aburrida-- y en su mayoría son proyectos de calidad y más cuando todos son en coproducción con la madre patria. Su más reciente cinta producida es Los ojos de julia. 

Julia (Belén Rueda) regresa a su pueblo con su marido, después de un viaje fuera de la ciudad, al regreso decide visitar a su hermana, Sara, quien está casi ciega por una enfermedad degenerativa de la que intentó operarse sin éxito. Al llegar descubren que se ha suicidado sin razón aparente. Julia no sólo debe afrontar la pérdida de su hermana, sino también la pérdida de toda esperanza para detener su inminente ceguera, pues ella sufre la misma enfermedad y parece compartir su mismo destino. Al terminar siendo operada, Julia es acechada por un personaje misterioso, que al parecer tiene relación con la muerte de su hermana. 

Con una historia repleta de suspenso, Del Toro, produce un thriller redondo y repleto de giros inesperados guiñando a cintas al puro estilo de Hichtcock y Argento. Independientemente de que Guillermo del toro haya producido también el Orfanato (2008), por alguna extraña razón no puedo evitar compararla, considero que aparte de compartir a la misma actriz, la historia se me hace muy similar al tratar de agarrarnos desapercibidos y sorprendernos con plot points rebuscados que parecen sacados de una telenovela. 

Sin embargo, Los ojos de julia posee una serie de secuencias bien realizadas dosificadas de un sutil manejo del suspenso –la escena en el vestuario de las ciegas está maravillosamente realizada, creando un miedo extraño---, además de realizar un excelente montaje en las escenas de oscuridad –la parte del pasillo con las luces encendiéndose mientras camina y la iluminación con el celular son angustiantes—y un preciso uso de los encuadres para evocar la ceguera de la protagonista –para meternos en el papel, mientras ella está vendada a ninguno de los personajes que interactúan con ella se les ve la cara--. Punto muy acertado fue la manera que el director manejó de manera excepcional, al jugar con los espacios como el mayor de sus elementos, provocando por medio de ellos el aire de angustia. 

La elección de Belén Rueda como la ciega no pudo ser más que acertada –aunque se comience a encasillar en papeles de suspenso—ya que su papel como la ciega es sublime –las miradas llenas de susto son aterradoras y bien realizadas--. 

Digamos que la cinta cumple con la marca Guillermo del Toro –independientemente de que el filme se sienta un poco masticado—y es un deleite para los que buscan dar unos brincos en el cine o disfrutar el tratar de encontrar al asesino. Los ojos de Julia cumple, polomera y bien hecha. El único pero a la cinta es sin duda, el meloso final con una superflua metáfora.

Diego S.