viernes, 25 de febrero de 2011


127 Horas, crónica delirante de la supervivencia

El regreso de Danny Boyle después del tropiezo de Quisiera ser millonario.

Al pasar de los años el director inglés, Danny Boyle, ha perdido su toque creativo que lo distinguía, después de que Quisiera ser millonario le otorgara el Oscar, perdí mucha confianza en el realizador que trajo Trainspotting. Seré sincero su trabajo realmente me daba flojera. Estaba escéptico ante 127 horas, pero, siempre hay un nuevo aire. 

Basada en la historia de Aron Ralston, un intrépido montañero y escalador norteamericano conocido porque en mayo de 2003, durante una escalada por los nada transitados cañones en Utah, sufrió una caída y su brazo quedó atrapado por una roca dentro de una profunda grieta. Tras varios días inmovilizado e incapaz de encontrar una solución alternativa, tuvo que tomar una dramática decisión. 

127 horas, me transportó y generó un cúmulo de sensaciones en mi como espectador de un evento basado en hechos reales, en el que me hizo cuestionar sobre lo que somos, lo que tenemos, lo que hacemos, lo que dejamos de hacer y hasta donde estamos dispuestos a luchar para vivir nuestras vidas al extremo, aprovechando al máximo nuestras capacidades que nos hacen únicos en el universo, pero que muchas veces sólo en momentos difíciles nos damos cuenta de lo maravilloso que tenemos como don, “nuestra vida”. 

Al parecer no me pude contenerme y después de tanto tiempo de no llorar al término de una película, 127 horas rompió la maldición. Me hizo llorar por las ansias de vivir. Sí es cursi, pero es de esas cintas que si no fuera por dos películas involucradas en los Oscar, la cinta de Boyle pudo haber ganado, por su mensaje inspirador. 

Sería una estupidez que dijera que 127 horas es buena, sin mencionar la sobresaliente actuación de James Franco. El joven actor logra sostener una cinta claustrofóbica, interpretando de manera lúcida a un hombre con ganas de vivir. Comedia, drama y maquillaje, lograron que franco entregara la mejor de sus actuaciones hasta ahora. 

la gran interrogante que me surgió fue ¿Cómo diablos podrá mantenerte atento durante hora y media sólo una persona, sin aburrirte? La respuesta es la música, la excelente dirección y los momentos delirantes del protagonista. La música es todo un índice de emociones, puedes encontrar cada situación del protagonista al escuchar cada una de las piezas musicales. 

Ahora Boyle ha retomado su camino, recuperó mi confianza que le tenía perdida. 127 Horas ha sido de los mejor del año junto con Black Swan. Imprescindible.

Diego S.

PD
De verdad creí que la escena cuando se mutila el brazo sería fuerte. Resultó muy simple.

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