domingo, 29 de mayo de 2011


El Curioso Caso de Benjamin Button, un cuento demasiado largo.


curiosa la fascinación que sienten los de la Academia de por las historias que exigen a los actores una caracterización que los hace irreconocibles, ejemplos:

• Charlize Theron en “Monster” (la afean tanto que parece otra mujer).
• Helen Mirren en “The queen” (un doble perfecto de la reina inglesa).
• Nicole Kidman en “Las horas" (por la nariz).

En está ocasión es Brad Pitt como Benjamin Button que envejece y rejuvenece. Muy cuestionable su incursión el por qué estuvo nominado a mejor actor.

Un hombre (Brad Pitt) nace con ochenta años y va rejuveneciendo a medida que pasa el tiempo, es decir, en lugar de cumplir años los descumple. Ésta es la historia de un hombre extraordinario, de la gentes que va conociendo, de sus amores, pero sobre todo de su relación con Daisy (Cate Blanchett)

Estaría de acuerdo con que en todas esas películas hubieran otorgado el Oscar a los efectos especiales, maquillaje, peluquería, vestuario, etc… pero de ahí a proponerlas como mejor película, actor o actriz… pues en algunas no estoy de acuerdo.

“El curioso caso de Benjamin Button” no me parece nada original. De hecho la historia me recuerda mucho a “Forrest Gump” --las dos me parecieron domingueras, una mejor que la otra--. Ambas tratan de un chico que nace diferente físicamente y que se debe enfrentar al rechazo de muchos por esas diferencias, que cuenta con una amiga desde la infancia de la que se enamora pero que no le corresponde. Se vuelven a encontrar en mitad de la vida de ambos y viven su amor por fin. Tras tener un hijo se separan y después, al final de sus vidas, vuelven a encontrarse para cuidar el uno del otro. El parecido es más que razonable ¿no?.

Tras decir esto, es evidente que la película no me ha gustado. Resulta demasiado sensiblera para ser un drama, demasiado sosa para ser comedia, demasiado superficial para ser una historia de amor, demasiado larga para resultar amena.

Con todo, de la película me quedo con la parte en la que el barco en el que se mete Benjamin, “El Chelsea” llega hasta Rusia, y toda la tripulación se hospeda en un hotel de puerto, donde Benjamin conoce a una mujer británica llamada Elizabeth Abbott (Tilda Swinton) de la cual se enamora. Tras largas conversaciones nocturnas, y a pesar de que Elizabeth está casada con un espía del gobierno británico, inician un romance. Un día después del ataque a Pearl Harbor, Elizabeth de modo inesperado lo abandona dejándole solo una nota que dice: “Fue agradable haberte conocido”. La relación entre ambos, la química, resulta más creíble e intensa que la relación con Daisy (Cate Blanchett). También intensa, aunque su papel sea muy breve, Julia Ormond. 

Vamos admiro los grandiosos efectos especiales de la cinta, la ingeniosa dirección de Fincher, pero son de esas cintas que se sienten pesadas e interminables, la historia pudo ser más fluida y menos tediosa. Técnicamente es impecable, pero hasta ahí, la academia le dio lo que se merecía al otorgarle sólo premios técnicos.

Un cuento que se prolongó demasiado.

Diego S.


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