martes, 17 de mayo de 2011


Nine una vida de pasión, Funciona más como un compilatorio de bonitos vídeos.



“Mucho ruido y pocas nueces”, frase emblemática utilizada en el cine para referirse al escándalo que rodea una película que termina por ser una total decepción. Casos sobran para dar ejemplos, uno de ellos es lo más reciente de Rob Marshall, quien se atrevió –si fue muy aventado—hacer una adaptación musical de un clásico del cine mundial, 8 ½ de el maestro Federico Fellini. 

Nine, Narra la crisis personal y profesional de Guido Contini, un conocido director de cine (Daniel Day-Lewis). En la vida de Guido hay demasiadas mujeres: su esposa (Marion Cotillard), su amante (Penélope Cruz), su musa (Nicole Kidman), su confidente y diseñadora de vestuario (Judi Dench), una periodista de moda americana (Kate Hudson), el amor platónico de su juventud (Fergie) y su madre (Sophia Loren). 

Vamos por pasos. Primero es una osadía el hecho de que hayan realizado un musical en Brodway entorno a la obra de Fellini, y aún más tonto el realizar una película sobre una puesta que no fue muy exitosa. 

Aún así como soy ferviente admirador de la cinta de Fellini, tenía expectativas enormes y más por el alucinante reparto –oscar por todos lados--, sin embargo, por el guión que es todo un montón de retazos no logra unificarse, cada pieza musical se ve bien por separado, no fluye y el musical sólo luce como una compilación de bonitos vídeos musicales. 

El sequito de actores daba para más, si bien Lewis cumple, Judi Dench luce desaprovechada al igual que Nicole Kidman, quien como siempre se ve incípida. Lo destacable son los números de Penélope Cruz –más no la actuación en sí--, Marion Cotillard y la que sorprende es Kate Hudson, entregando el mejor musical que evoca mucho a los números de la cantante Kylie Minogue. Fergie, de quien se dijo era una revelación, no tiene ningún mérito como actriz, no hace nada que no haya hecho como cantante. 

Al final poco destacable, la fotografía que me gustó por sus momentos de lucidez en blanco y negro, y la cuidada iluminación --la escena del baño con el cardenal, las escenas del principio cuando está el solo en el cine—y la dirección de arte que es grandiosa. 

8 ½ tiene un profundo discurso de fondo detrás de su historia de crisis personal que experimenta un artista. Pero es una pena que no sea tan llamativa desde la escenificación del musical en sí. Esperaba mucho, “mucho ruido, pocas nueces”

Diego S. 

1 comentario:

  1. Completamente de acuerdo, el problema principal es que la historia no te atrapa, es un músical con interpretaciones muy separadas y diversas que no le dan un rumbo a la trama.

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