domingo, 15 de mayo de 2011


Priest el Vengador, influenciada hasta el tuétano y aburrida

si quieren ver vampiros, mejor vean True Blood en la comodidad de su casa o Drácula de Francis Ford Coppola.

Las influencias son parte fundamental para crear el estilo propio de un director, sin embargo, en algunas ocasiones la “influencia” se deja ver más como una vil copia. Scott Stewart, es el director de uno de los bodrios más aburridos que eh visto en los últimos años, Legión de Ángeles, fue de esas cintas que prometían mucho terror y acción en el avance. Todos conocemos lo que pasó después de ver la película. Ahora Stewart trae, Priest El vengador, con Paul Bettany como su protagonista por segunda ocasión. 

Priest, está ambientada en mundo asolado por siglos de guerra entre el hombre y los vampiros, Paul Bettany es un legendario guerrero que destacó durante la última Guerra del Vampiro, pero ahora es sólo un sacerdote que vive en compañía de otros hombres en las amuralladas ciudades distópicas controladas por la Iglesia. Sin embargo, cuando su joven sobrina es secuestrada por un grupo de vampiros asesinos que viven en los páramos desolados del exterior, el sacerdote rompe sus sagrados votos y emprende su búsqueda decidido a vengarse de los secuestradores, especialmente de su brutal líder (Karl Urban). En esta aventura le acompaña Hicks (Gigandet), el novio de la chica, un sheriff y una sacerdotisa (Maggie Q), miembro de la legión de asesinos de vampiros y poseedora de habilidades de combate sobrenaturales. 

En Legión de Ángeles, el director demostró su poca creatividad, que al parecer no le da más allá de hacer mezcla de cintas de antaño, de las que posiblemente sea fiel seguidor. En Priest, hizo lo mismo pero con mayor creatividad y menos aburrimiento, sus referencias principales fueron --en esta ocasión—Daybreakers y Star Wars, de la primera le roba la esencia lúgubre futurista, de la otra, la ambientación y la dirección de arte que parece haber sido tomados de la bodega de George Lucas, además transpira cierto aire del western. 

Los efectos especiales no dejan de estar aún influenciados por lo que fue Matrix, siendo que a estas alturas la tecnología y las referencias en este rubro han cambiado demasiado –véase Inception y más cercano Avatar--, en El vengador, los efectos visuales lucen poco resueltos. Entre tanta mediocridad, tanto como de guión como visual, lo que se logra rescatar es la introducción animada, donde se resume una breve historia de cómo se ha llegado a la situación que se plantea en la cinta. 

Paul Bettany realiza un trabajo correcto y nada destacable, el resto del elenco es poco trascendente y soso, que ni siquiera el popular Stephen Moyer de True Blood fue aprovechado. 

Una película que no vale la pena pagar en ninguna de sus versiones, el 3D no aporta nada a la historia, ni si quiera las típicas secuencias de objetos acercándose le ayudan. En Definitiva no desperdicien su dinero, si quieren ver vampiros, mejor vean True Blood en la comodidad de su casa o Drácula de Francis Ford Coppola.

Diego S.

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