domingo, 10 de abril de 2011


Up in the Air, crisis económica, relaciones y soledad.

Amor sin escalas resulta ser un retrato de una sociedad actual, donde los principales problemas a los que se afrontan son, la vida laboral y social.


Jason Reitman se ha perfilado como una gran promesa dentro de los nuevos talentos emergentes de Hollywood, gracias a sus cintas de comedia inteligente, Gracias por fumar (2004) y la popular Juno (2007), con esta última logró estar en toda premiación conocida y entrar en el grupo selecto de “futuro” gran director. Con Up In The Air –no me gusta su título en español—reafirma que su talento es nato y no un golpe de suerte. 

Ryan Bingham (George Clooney) se dedica a viajar por Estados Unidos para despedir a personas que dejan de interesar a una empresa en cuestión. Hablando en materia, Bingham es quien le va-a-dar-una-patada-en-el-culo si su empresa prescinde de sus servicios. Pero en estos tiempos en que casi todo pende de un hilo, el trabajo de Bingham, un triunfador en su campo, empieza a peligrar cuando una chica (Anna Kendrick), experta en recursos humanos, propone un cambio en la empresa, con el fin de recortar gastos en los numerosos viajes en avión... cuando todo en la vida del protagonista gira alrededor de su trabajo. Paralelamente, aparece una mujer, Alex (Vera Farmiga), con la que congenia inmediatamente… 

El regreso de Reitman a la silla del director fue una cinta vendida como comedia romántica, sin embargo, Up in the air se aleja de ese género que más allá de incitar risa o suspiros, provoca empatía con un tema tan cotidiano como lo es la odisea de afrontar el ser despedido de un trabajo y todo lo que pende de un empleo, todo esto visto desde una secuencia inicial llena de testimonios de personas sin trabajo. Un crudo inicio para una cinta que se promociona como comedia romántica. 

Amor sin escalas resulta ser un retrato de una sociedad actual, donde los principales problemas a los que se afrontan son, la vida laboral y social, todo esto desglosado de una manera veraz y astuta, que disecciona la vida de un cuarentón Ryan Bigham, perdido en un mundo donde todo lo importa en su vida es reunir cierta cantidad de millas en vuelos y los encuentros ocasionales con desconocidas. Clooney quien es el protagonista realiza un trabajo espléndido –vaya el papel fue hecho especialmente para él—quien carga de manera metafórica una maleta ligera, ¿Porqué metáfora? El hombre huye de su vida, no le gusta regresar a casa que parece un cuarto de hotel más, está de paso siempre porque cree que le dio la vuelta a todo y viaja ligero sin la "pesada mochila" que representan los deberes conyugales, los padres, los hijos, los hermanos y aún las amantes, su casa es el aire, allá donde no hay nada y cero responsabilidades, donde todo es ligero y sólo se deja llevar donde este lo arrastre. 

La película es la más grande demostración de egoísmo narcisista pero también de cobardía que puede demostrar el ser humano. Sin embargo, paradójicamente, esta es la principal razón por la cual vale la pena verla. 

Clooney no pudo tener un mejor soporte de actores, Anna Kendrick demuestra que más allá de comedias de adolescentes y Crepúsculo, tiene dotes histriónicos al representar a la juventud fría y vulnerable, Vera Farmiga es la ya típica mujer moderna y decidida que se aleja del prototipo que se ha pintando durante muchos años, donde el sexo femenino es el débil y vulnerable. 

Up In The Air esconde reflexiones muy acertadas tras su fachada de comedia romántica ya que, entre gag y gag, trata temas como la crisis económica, la deshumanización de las relaciones profesionales, el exacerbado uso de la tecnología, el desapego vital que pueden generar cierto tipo de trabajos, la precariedad laboral a la que están sometidas la mayoría de los trabajadores y su total dependencia económica… y por supuesto, el tema central del argumento: ¿Es posible ser feliz en soledad? ¿Vale la pena renunciar a parte de nuestra libertad por no estar solo?

Diego S.

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