lunes, 4 de abril de 2011


Bastardos Sin Gloria, no es una obra maestra, pero tampoco es mala película.

Reciclaje del mundo de Tarantino 
Tarantino hace un cine diferente y siempre revestido de polémica. Sus películas corrompen la realidad, juegan con la historia al igual que con el espectador. Antes de su última cinta, Tarantino me convencía con la mayoría de sus trabajos –mi película favorita es Pulp Fiction--, pero a estas alturas el director me parece muy sobrevalorado con su estatus de “rockstar”. Lo que está claro es que sus películas no dejan indiferente a nadie. 


Durante la ocupación de Francia por los alemanes, Shosanna Dreyfus (Mélanie Laurent) presencia la ejecución de su familia por orden del coronel nazi Hans Landa (Christoph Waltz). Ella consigue huir a París, donde adopta una nueva identidad como propietaria de un cine. En otro lugar de Europa, el teniente Aldo Raine (Brad Pitt) adiestra a un grupo de soldados judíos ("The Basterds") para atacar objetivos concretos. Los hombres de Raine y una actriz alemana (Diane Kruger), que trabaja para los aliados, deben llevar a cabo una misión que hará caer a los jefes del Tercer Reich. El destino quiere que todos se encuentren bajo la marquesina de un cine donde Shosanna espera para vengarse. 

¿Qué es Tarantino?
Tarantino es sangre.
Tarantino es violencia.
Tarantino es diversión.
Tarantino es aburrimiento y reciclaje, un nicho de su ego.

Todo esto también se nos muestra ante nuestros ojos en esta alocada obra.
Haciendo un análisis más profundo de esta película se pueden extraer las siguientes conclusiones. 

Destaca en el plantel Christoph Waltz del que nada tengo que aportar a lo mucho que ya se ha escrito de él, tan solo decir que tendrá difícil volver a igualar o superar su magnífica interpretación. Brad Pitt uno de mis actores favoritos, para mí en esta película sobreactúa y no termina de convencer, sus gestos valdrían para Jim Carrey pero Brad es otro tipo de actor. Diane Kruger bellísima llena la pantalla con su presencia y buen hacer.

Muchos dicen que Tarantino se ha reído de la historia. Yo no pienso así. Yo creo que el director ha querido hacer una historia con libertad basándose en personajes históricos. Me explico. El bueno de Quentin no es un profesor de historia. Es un director que juega con unos personajes ya creados y un contexto que altera con descaro y alevosía. El guión es un quiero y no puedo, la idea va perdiendo ritmo a medida que avanza el metraje.

Por tanto sin ahondar más en los aspectos técnicos de la película. La sensación de la obra es como un vaso medio vació. Lo que acabas de ver ni te enamora ni te desagrada, ni te emociona ni te desesperada, ni te aburre ni te divierte. Trabajo difícil de valorar porque tu mente después de 153 minutos no tiene muy claro lo que acaba de visionar. El tiempo se te ha pasado rápido si pero piensas que podría haber sido mejor utilizado por quien nos cuenta todo esto. Bastardos Sin Gloria se queda en un punto medio. No es una obra maestra pero tampoco es mala película. 

Me pareció muy agradable de mencionar la multitud de referencias cinéfilas que nos aporta el director, ya sea una comparación entre Linder y Chaplin, varios carteles de películas de Clouzot, la mención de Lilian Harvey, actriz que hizo gran cantidad de películas alemanas en los años veinte y treinta, la cual no debe ser mencionada en presencia de un oficial alemán, ya que a pesar de hacer cine alemán y ser hija de un alemán, su nacionalidad era inglesa. La mención de Georg Wilhelm Pabst, director de cine austríaco y expresionista... O la interesantísima comparación de Goebbels con David o. Selznick. La película está muy cargada de detalles propios de un gran cinéfilo como es Tarantino y es un detalle que me gusta.

Diego S. 

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