domingo, 27 de noviembre de 2011


Los Muppets regresan con su estilo característico.

Físicamente podrán verse anticuados, pero su encanto no está atado al paso del tiempo. 


Los personajes míticos de Jim Henson han regresado, quizá no soy de los que nacieron con las marionetas, pero al final me inicié con ellos viendo su serie animada en versión bebés, sí, los Muppets Babies fueron mi introducción al mundo de Henson. Ahora después de más de una década de su ausencia regresan. Con la esencia que los caracteriza, René (Kermit) y compañía vuelven más graciosos que nunca. 

Durante sus vacaciones en Los Ángeles, Walter, el fan número uno de los Muppets, y sus amigos Gary (Jason Segel) y Mary (Amy Adams) descubren que el petrolero Tex Richman (Chris Cooper) planea arrasar el Teatro de los Muppets para perforar y extraer el petróleo que se halla debajo. Para montar el show más espectacular de los Muppets y recaudar los 10 millones de dólares necesarios para salvar el teatro, Walter, Mary y Gary ayudan a la Rana René a reunirse nuevamente con la pandilla, cuyas vidas ahora han tomado rumbos diferentes: Fozzie trabaja en un casino de Reno con la banda de los Moopets; Miss Peggy es una editora de modas de talla grande de la revista Vogue Paris; Animal se encuentra en una clínica de Santa Bárbara para aprender a controlar su ira; y Gonzo es un magnate de la industria de la fontanería. 

Para poder disfrutar la cinta de las marionetas debes de aterrizar el mundo en el que se desarrolla, un muppet es alguien normal que convive como cualquier persona, no son mal vistos ni discriminados –digamos no necesita tener lógica el hecho de que Jason Segel sea hermano de un títere--. Ahora, la historia es muy típica en el mundo muppet, números musicales, moralejas y el característico humor blanco. 

Cada uno de los personajes principales tiene su momento, lo cual se agradece, pero a mi parecer le dieron demasiada importancia a Walter –el muppet nuevo—, su protagonismo debió de terminar al momento en que todo el elenco se reunió –o hacerlo menos ñoño--; aún así, Miss Piggy se roba cada una de las escenas en las que aparece con su clásico humor de diva –aparte de sus cambios repentinos de vestuario—y Gonzo hace lo suyo con los números “suicidas”. Entiendo que era imposible incluir a todos los personajes, sin embargo, unos hacen su fugaz aparición –muy fugaz diría yo--. 

El elenco humano es acertado, Jason Segel cumple como el hombre y hermano entregado a sus relaciones, Amy Adams en un papel similar al de Encantada y por lo que veo esto de la cantada se le da. 

Disney revitalizó a Los Muppets, supo jugar bien el regreso triunfal de la pandilla y además sabe que las generaciones que vieron nacer a las creaciones de Jim Henson jalarían con sus hijos; ahora el reto de Disney es convencer a las generaciones actuales y mantener el interés de una técnica que para el público infantil podría resultar fallida, pero presiento que el humor ingenioso y reflexivo será del agrado de los peques –recuerden, 31 Minutos el programa chileno resultó un hitazo hace un par de años--. 

Además de la fórmula clásica de la película y como en cintas anteriores de los Muppets, los cameos de los famosos son comunes y en esta ocasión no podían faltar. Selena Gomez, Emily Blunt y Neil Patrick Harris por mencionar algunos son los que se prestaron en esta ocasión –menciono sólo esos porque ya se habían anunciado antes y no quiero estropearles las demás apariciones--. 

Sólo les digo que es hora de ir al cine, tocar la música, encender las luces, y de que lleves a cuanto niño pueda a ver Los Muppets y con toda certeza saldrán del cine como nuevos fanáticos de estos personajes. Físicamente podrán verse anticuados, pero su encanto no está atado al paso del tiempo. 

P.D. Morí de risa con Miss Piggy y su chiste sobre la máscara, además de sus ojos de furiosa. Moi is Fan From Hell de la cerdita por eso les dejo la sesión que hizo Miss Piggy para Instyle.

Diego S.


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