domingo, 6 de noviembre de 2011


Cuando El Amor Es Para Siempre y la intensidad de la vida.

Restless se alimenta de Love Story, pero sin tanto drama como se podría esperar de un amor con fecha de caducidad. 

El reciente proyecto del reconocido director, Gus Van Sant se mete dentro del género de comedia romántica, cayendo en clichés del género pero filosofando sobre “el cómo vivir la vida”. Cursi hasta el tuétano, sin embargo, llegadora y lacrimógena. Restless se alimenta de Love Story, pero sin tanto drama como se podría esperar de un amor con fecha de caducidad. 

Enoch es un chico torturado por una morbosa obsesión por la muerte. Su vida transcurre entre la visita a diversos sepelios y conversaciones con el fantasma de un soldado japonés muerto en la segunda guerra mundial, Hiroshi. Un día conoce a Annabelle, una enferma de cáncer, enamorada por la biología y apasionada por la vida. La conexión entre ellos es inmediata, abriendo la posibilidad de un romance entre ellos, donde se mezclan la ternura y la morbosidad por la muerte. 

La fórmula de una cinta romántica y trágica ya está impuesta, pero Restless no pretende cambiar la historia del género, sino, desarrollarla de una manera distinta –agreguemos el tono fantástico a este--. No es la mejor película de Van Sant, pero es un digno experimento de una película de adolescentes enamorados. 

La historia no toma el camino fácil, es una cinta esperanzadora y tierna, es la visión de un amor intenso y el encuentro de dos almas gemelas. Restless sólo plantea una pregunta: El tiempo que se ama ¿Se mide por intensidad o tiempo? Es difícil responder, Gus Van Sant se limita a demostrar que una relación tiene expiración, pero que al final lo que termina en la mente de una relación, es la intensidad en que se ama y se vive. 

La pareja conformada por Mia Wasikovska y Henry Hooper –sí, hijo del fallecido Dennis Hooper y a quién se dedica esta cinta— en momentos se ven un tanto infantiles e inocentes, pero supongo que el punto es mostrar la inocencia e inexperiencia de los personajes al nunca haber amado, siendo así acertadas actuaciones. Punto extra para el fantasma japonés quien pone gran parte del humor a la historia. 

Dejemos algo claro, lo que realmente hacen llegadora a Restless son sus diálogos, que lejos de ser cursis te hacen reflexionar sobre la vida y el amor. Frases como: “Morir es fácil, amar es difícil” y “Tenemos tan poco tiempo para decir las cosas realmente importantes” logran conmoverte y dejarte pensando sobre la vida y cuestiones personales –Ok me llegó la cinta--. 

Técnicamente tiene un tono muy rosa, colores brillantes y un vestuario acertado y colorido, una fotografía iluminada que te evoca a un inocente y amor puro. La música que es de Danny Elfman no destaca en lo absoluto –me pareció insípida y poco destacable--. 

Reitero, no es la obra maestra de su director ya que en momentos se muestra un tanto pretencioso al querer mostrar una visión íntima sobre el amor –en momentos divaga mucho y se va tornando muy larga a pesar de que dura hora y media--, aún así es un película que vale la pena ver y disfrutar sin esperarse una cinta romántica típica. Recomendable.

Diego S.

PD. El título en español es Cuando El Amor Es Para Siempre, pero se me hizo muy ñero y largo.


1 comentario:

  1. Considero que las aportaciones del autor son variadas, algunos son poco precisas. Tengo la ligera impresión de que es un autor inventado, empírico, que fundamenta sus comentarios en base a un sentimiento y a su percepciones emocionales y no con fundamentos contundentes, ni mucho menos apoyados por verdaderos críticos de cine.

    USTEDES QUE OPINAN???....
    Saludos,

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