miércoles, 20 de junio de 2012


Prometeo: una película colosal...visualmente.

por momentos parece querer ir demasiado lejos sin que sus reflexiones aporten algo a lo que hace girar la historia.

Alien ha sido y siempre será para su servidor una de las mejores películas de ciencia ficción desarrolladas en el espacio y con una de las criaturas más icónicas del cine. Con esto aclarado sabrán que tenía unas expectativas muy elevadas respecto a Prometeo. Desde que vi el trailer sabía que tenía mucho que ver con la saga de Alien, el space jockey –personaje que aparece en la cinta inicial de la saga alienígena, a lo mucho 10 segundos—hilaba ambas historias; por lo tanto era de esperarse que Prometeo fuera un precuela. Quizás fueron mis altas expectativas las que no me satisficieron al ver el producto entero, o tal vez fue el impactante trailer que se presentó y mis ansias de ver de nueva cuenta al legendario monstruo en la pantalla grande. Me limito a decir que Ridley Scott cumplió a secas. 

Un grupo de científicos y exploradores emprende un viaje espacial a un remoto planeta, una rara estrella recién descubierta, donde sus límites físicos y mentales serán puestos a prueba. El motivo de la misión es que los humanos creen que allá podrán encontrar la respuesta a las preguntas más profundas y al mayor de los misterios: el origen de la vida en la Tierra. 

Prometheus es una película visual, colosal en este aspecto. La fotografía es maravillosa, aprovecha las luces y sombras para crear una ambientación sublime, los efectos especiales, aunque abusan un poco de lo digital --la primera “Alien”, puramente artesanal, resiste sin problemas la prueba del tiempo; pero “Prometheus” probablemente no lo hará-- son muy potentes. Merece la pena verla y dejarse llevar, más allá de que te guste o no lo que cuenta, el cómo es fascinante. Scott utiliza todo lo que tiene en su mano para que la experiencia sea a la vez hermosa y terrible, perturbadora y bella. Su complejísima labor en la dirección es admirable, y todo esto se completa con una banda sonora perfecta. 

Un gran reparto se encargó de llevar en los hombros lo que prometía ser el regreso triunfal a un género que sabe manejar muy bien su director, Scott, se ha caracteriza por tener en sus cintas a grandes actores –aquí no fue la excepción--. Noomi Rapace ha tenido que lucirse en un papel completamente opuesto a lo que hizo en la trilogía Millenium, menos agresivo y sin tanto rollo psicológico–para ser sincero me esperaba un papel rudo--, sin embargo, Rapace cumple y muestra una nueva faceta de su talento. Mientras tanto, Michael Fassbender vuelve hacer de las suyas, el actor de la época y en un futuro ganador de un Oscar, encarna a un robot andrógino y misterioso, que en todo momento te hace dudar de que lado esta. El resto del elenco pasa desapercibido. 

Prometeo es un gran intento de crear cine de género como el que le dio la gloria a su director, sin embargo, está muy lejos de ser perfecta y, asumámoslo, no llega a ser todo lo que prometía, principalmente porque a nivel narrativo no ofrece demasiado ni profundiza en los temas que abre, siendo algo superficial, pero merece verse en el cine aunque sea sólo por la contemplación visual. Pero dejo claro algo: es muy fácil atacarla. Yo desde luego recomiendo verla en el cine, pues aun siendo irregular es el mejor Ridley Scott en muchos años, y una de las cintas del género tremendas en términos puramente visuales. 

El principal problema de Prometheus es que por momentos parece querer ir demasiado lejos sin que sus reflexiones aporten algo a lo que hace girar la historia. Disfrutable en cualquiera de sus formatos –3D o 2D--. Esperemos que la secuela termine de cerrar todas esas dudas/preguntas que dejó.

P.D. El humanoide de la secuencia inicial está tremendamente hot --perdón, tenía que decirlo--.
Diego S.


1 comentario:

  1. Completamente de acuerdo con tu crítica, mi estimado Diego. La película es visualmente atractiva y los efectos son espectaculares, pero en efecto, la historia se antoja insípida. Creo que hubo muchos elementos fuertes que pasaron desapercibidos y desaprovechados. Entretiene, sí, es buena visualmente pero hubiese jugado más con el argumento.

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