domingo, 18 de diciembre de 2011


Mientras Duermes: Luis Tosar amablemente malvado.

No soporto la sonrisa de la gente

Últimamente se ha visto un despunte de cine de género por parte del viejo continente, pero dejemos a un lado el gore francés y enfoquémonos en el cine que se ha exportado desde España de unos años para acá. Guillermo Del Toro fue pionero de la ola de cintas de terror de la última década exportadas desde Europa –tan es así que seguido se embarca en proyectos españoles como productor ejecutivo--, recordemos El Espinazo Del Diablo y la aclamada El Laberinto Del Fauno; por otro lado, Los Otros de Amenábar, hablada en inglés pero de origen español. Paco Plaza y Jaume Balaguero nos trajeron hace unos años REC, cinta claustrofóbica que documenta la aparición de zombis dentro de un edificio de departamentos; estos dos directores se han envuelto en proyectos relacionados con historias de terror y crean grandes expectativas cada que anuncian un proyecto en solitario. Balaguero presenta Mientras Duermes, un thriller al mero estilo de la vieja escuela. 

César es el portero de un edificio de apartamentos y no cambiaría este trabajo por ningún otro, ya que le permite conocer a fondo los movimientos, los hábitos más íntimos, los puntos débiles y los secretos de todos los inquilinos. Si quisiera podría incluso controlar sus vidas, influir en ellas como si fuera Dios, abrir sus heridas y hurgar en ellas. Y todo sin levantar ninguna sospecha. Porque César guarda un secreto muy peculiar: le gusta hacer daño, mover las piezas necesarias para producir dolor a su alrededor. Y la nueva vecina del 5ºB no deja de sonreír. Entra y sale cada día radiante y feliz, llena de luz. Así que pronto se convertirá en el nuevo objetivo del juego de César. Se trata de un reto personal, de una obsesión. 

Conocemos la historia: La obsesión enfermiza de un loco amargado por alguna persona en especial que llega a perturbar el ambiente de la víctima. OK recordemos títulos como Misteriosa Obsesión y la magnífica de Hitchcock, La Ventana Indiscreta –que de esta última se nutren todas--, sí, la premisa es parecida, pero ¿Qué la hace distinta? Para empezar la perspectiva en la que pone al espectador, nos obliga rotundamente a situarnos en la nuca del personaje principal, olvídense de ser la víctima, nos toca jugar a ser malos y cómplices. Nuestro guía y protagonista es la clave de que el filme sea inmensamente distinto a muchas historias parecidas, Luis Tosar, quien tiene una capacidad interpretativa que va mucho más allá de lo puramente cinematográfico. El actor quien mostrara gran talento en Celda 211, indaga en terrenos psicológicos, adueñándose de su personalidad, y en esta ocasión no era sencillo; la combinación del portero educado y servicial con el macabro al que da vida cuando las luces se apagan es un ejercicio complejo. 

Los sucesos descritos en la historia pueden ser clichés, inverosímiles, pero al final se adaptan para justificar la creación de un ambiente inquietante y, sobre todo, por habernos obsequiado un guión exquisito y repugnante –épica la escena cuando Tosar le arruina el día a su vecina diciéndole “sola y vieja”--. 

Técnicamente la fotografía acentúa la dualidad del personaje, entre sombras hace lo suyo en las noches, iluminado la amabilidad hipócrita. La música más que correcta para cada una de las escenas inquietantes. 

Reitero, lo grandioso de Mientras Duermes es la entrega de un personaje horrible que goza con la desgracia de los demás y que se realza más con un final "feliz". Magnífico Tosar.

Diego S.


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