martes, 18 de octubre de 2011


Melancolía y el pesimismo del fin del mundo

Melancolía:Tristeza vaga, profunda, sosegada y permanente, nacida de causas físicas o morales, que hace que no encuentre quien la padece gusto ni diversión en nada.

Luego de la controversia ocasionada por Lars Von Trier y sus declaraciones incómodas, el festival de cine de Cannes opacó a la cinta Melancolía del cineasta danés, dejándola sólo con un premio entre sus manos .Ahora que he visto el trabajo por el cual Kirsten Dunst se llevó la Palma de Oro por Mejor Actriz, puedo decir que Von Trier tiene la capacidad para sacarle talento a cualquier actriz que no haya dado muestras de tenerlo y poder pasarle que suelte la boca de más. Su trabajo habla por si mismo. Melancolía es una exploración catastrófica del ser humano mediante dos hermanas que simbolizan  toda la humanidad, y un niño, símbolo del futuro truncado, el posible fin del mundo.

Justine (Kirsten Dunst) y Michael (Alexander Skarsgård) celebran su boda en una suntuosa fiesta en casa de su hermana (Charlotte Gainsbourg) y su cuñado (Kiefer Sutherland). Mientras tanto, el planeta Melancolía se dirige hacia la tierra... 

Al igual que Anticristo, Melancolía inicia con un prólogo que resume toda la historia en cámara lenta --acompañada en esta ocasión de la música de Preludio de Tristán e Isolda de Richard Wagner-- y durante más de diez minutos se disfruta una secuencia de imágenes a manera de pasajes con una excelsa fotografía. 

La cinta se divide en dos partes, uno sobre cada hermana. Justine representa un retrato cruel, mordaz, ácido y especialmente pesimista sobre el ser humano. Lo inconsciente y dañino que puede ser el humano hacía el mismo y lo que le rodea, el egocentrismo de este y lo ajeno que es al universo en el que se encuentra. Este acto está lleno de momentos naturales entre otros desquiciados y surrealistas posee toques de humor, aunque así puede resultar muy irritante al espectador más ingenuo.

Por otro lado, la parte de Claire, muestra la llegada del planeta Melancolía, la parte más poética y filosófica, llena de momentos hermosos bajo la luz azulada que refleja el planeta , podemos ver la desesperación de algunos y la aceptación de otros, el que el mundo tenga un final inevitable provoca unos fascinantes momentos de paz y tranquilidad. Muchos más que la muerte personal, es el final de toda vida, de todo lo que nos rodea. Melancolía no es sólo el planeta que amenaza con colapsar a la tierra, sino que, es el contexto y el esqueleto de una historia dramática y depresiva. 

El final demuestra que no son necesarios millones de pesos para recrear un fin del mundo trágico y que te enchine la piel, Von Trier impacta con fuerza y de manera magistral acompañado nuevamente de Wagner cierra una historia con un final bello y emocionante. 

Olviden los efectos especiales y el fin del mundo al estilo Roland Emmerich, Lars no anda con simplezas y nos muestra una cruda realidad y pesimista como nos tiene acostumbrados, donde no hay ningún gringo que pueda salvar al mundo; el fin es inevitable. Von Trier es un gran dramaturgo contemporáneo. Una obra muy recomendable para aquellos que quieran usar el cerebro al ver una película.

Diego S.



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