domingo, 10 de julio de 2011


Hagamos Una Porno. Comedia romántica ¿Sucia?




¿Hagamos Una Porno? Un título muy subjetivo y provocador. Lo primero que evocaría sería una cinta vulgar con chistes bajos referentes a los genitales, sin embargo, al ser dirigida por el ingenioso y cómico, Kevin Smith, tienes que darle una oportunidad gracias a su respaldo de cintas como: Clerks, Mallrats y Persiguiendo a Amy. El cine de Smith se ha caracterizado por tener referencias a la cultura geek –el propio Kevin es creador de comics--. 

Zack y Miri son dos amigos que se conocieron en el instituto y a los que les cuesta afrontar la edad adulta pues, a sus veintimuchos años, se ven inmersos en deudas. Para hacer dinero rápido deciden montar una empresa para grabar porno amateur con sus amigos. Mientras rueden las películas, descubrirán que sentían algo más el uno hacia el otro que la platónica amistad que les había unido hasta ahora. 

La moda del cine de comedia ha girado últimamente entorno a Jud Apatow, quien de cierta manera le dio un segundo aire a las comedias americanas. Aún así, Jud, cayó en el encasillamiento y el reciclaje de sus comedias exitosas. Hagamos Una Porno, recupera el humor perdido que había caracterizado al director y se adapta a la ola Appatow, claro, pero a su manera. 

Kevin Smith dirige bien una película llena de referencias al mundo del cine y con unos diálogos divertidísimos, y que muchos tacharán de vulgares, pero Kevin Smith suele mezclar el humor inteligente con el humor vulgar, para acabar convirtiendo a este último en humor inteligente también. ¿Una comedia romántica con diálogos sucios? Sí. 

Gran parte de que la cinta funcione –aparte del ingenioso guión—son el ensambles actoral. Elizabeth Banks y Seth Rogen arman una pareja particular y desprenden una extraordinaria química en pantalla. Los diálogos parecieran estar hechos para los actores en sí –no dudo que Smith los haya visualizado a ellos desde el inicio--. “se me quemaron los vellos de los testículos” entre otras frases lucen más graciosa que vulgares. 

La esencia de Hagamos… es la fórmula típica de una comedia en su género: te amo, te odio, regresamos y celos. Todo se diferencia gracias al contexto porno y lo que es el atractivo del cine para adultos. La parodia de alguna cinta existente adaptada al cine XXX. He ahí donde Smith mete su gusto por el cine, y el amor a cintas como la Stars Wars o como sería la cinta dentro de la cinta, “Stars Whores”. 

Una película divertida, con buenos gags, que mejora claramente cuando se libra de la última tendencia repelente --cosa que pasa pronto, afortunadamente--. Comedia romántica en el sentido más convencional y que para ello se vale de un medio tan heterodoxo como "el cine porno". Una buena experiencia para aquellos que no tengan reticencias ante ciertas temáticas/posturas. P.D. Esperen al final de los créditos.

Diego S.

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