domingo, 4 de septiembre de 2011


Hanna: La Kill Bill del 2011.

Hanna prueba que una película de acción no tiene porque ser tonta, sin sentido y repleta de efectos especiales.

Joe Wrigth se ha mantenido con paso firme desde que se inició en el cine, su filmografía se puede considerar intacta en cuanto a crítica y de conservar un estilo propio. Wright es cuidadoso en cada aspecto de sus filmes, desde la música –recordemos Orgullo y Prejuicio y la magnífica Expiación—hasta la hermosa fotografía que ha dotado a sus cintas. Hasta ahora el género donde se movía Joe era el drama, pero con Hanna, el director inglés se arriesga a explorar un intenso thriller. 

Hanna (Ronan) no es una chica común. Criada por su padre (Bana), un ex-agente de la CIA en lo más lejano de Finlandia, ella tiene la fuerza, la resistencia y el instinto agudo de un soldado. Enviada por su padre al mundo en una misión, Hanna viaja a hurtadillas por África del Norte y Europa mientras elude a agentes y matones clandestinos que responden a las órdenes de una despiadada espía (Blanchett). 

Ágil, intensa y acción pura, Hanna es eso y a la vez, tierna, encantadora y seria. La cinta prueba que una película de acción no tiene porque ser tonta, sin sentido y repleta de efectos especiales. La historia que tiene como trama central la venganza, es una cruza de un cuento de hadas con el género de acción y persecuciones. ¿Por qué? Considero que la historia se divide en dos, una parte es la salida de la burbuja en el que vive Hanna y las etapas de la adolescencia; del otro lado, las persecuciones llevadas por la venganza. Wrigth demuestra su habilidad para manejar escenas de acción sin necesidad de grandes efectos especiales ni grandes escenarios. 

Gran parte de la historia se debe al talento de Saoirse Ronan, la cual cumple en creces como una máquina de matar, o como la llamaría yo, la mezcla de Chloe Moretz y Uma Thurman, la “Kill Bill” del 2011. Con estas dos últimas cintas comparte mucho en común, la venganza y la “enseñanza en casa” –quienes las hayan visto saben a lo que me refiero— además un gran guiño a la cinta de Tarantino: el chiflidito de Daryl Hanna interpretado –muy a su estilo-- por un afeminado Jason Flemyng. 

La música es parte fundamental de la historia para que esta funcione como se debe. La banda sonora creada por The Chemical Brothers le inyecta la agilidad a las secuencias de acción y le da el toque tierno a las escenas “de cuento”. 

Una gran dirección por parte de Joe Wrigth, toda su narrativa es exuberante e hipnótica, además de correcta para la musicalización electrónica. Quizás puede que en momentos parezca un videoclip –sí, de los Chemical Brothers-- pero todo se debe a que posee la estética visual y audaz de Corre, Lola, Corre –con tan prendida banda sonora no iba a estar quieta la imagen ¿Verdad?--. 

Entretenida, bien hecha y excelente cinta de acción; los fans de las cintas a las que hace referencia no quedarán defraudados.

Diego S.

1 comentario:

  1. Hola

    Me llamo kari administro un directorio web/blog y me ha gustado su sitio web.

    Me gustaría contar con su sitio en mi directorio, a cambio solo pido un pequeño enlace a mi página de películas, ¿Qué le parece la idea?

    Mi correo es: karivelezs@gmail.com

    Un beso! y SueRte con su site!

    ResponderEliminar