martes, 28 de junio de 2011


La Noche del Demonio: Cinta de terror con alma ochentera.

Vela si disfrutaste:Terror en Amityville, Poltergeist, El Exorcista y hasta la popular saga de los Cazafantasmas.

En el apartado del cine de terror se ha probado cuanta fórmula se viene a la mente. Aún así el que ya se haya inventado todo, no significa que la fórmula ya impuesta no se pueda reinventar, cosa muy común en el cine de género. La Noche del Demonio, me resulto una agradable sorpresa. 

Josh (Patrick Wilson), su esposa Renai (Rose Byrne) y sus tres hijos acaban de mudarse a una vieja casa. Pero, tras un desgraciado accidente, uno de los niños entra en coma y, al mismo tiempo, empiezan a producirse en la casa extraños fenómenos que aterrorizan a la familia. 

¿Qué buscas en una cinta de terror? Suspenso, fantasmas y buenas escenas que te hagan brincar de asiento y claro entretenerte. Insidious nombre original de la cinta cumple con esas normas y logra sobresalir como una buena propuesta de terror. Mencionaba antes las fórmulas clásicas del cine de terror: Casas embrujadas, posesiones, médium y asesinos. La noche del demonio tiene una gama de clichés del género del terror que forman un entretenido collage. 

Bueno, se preguntarán ¿Qué es lo que hace distinta La noche del demonio a otras cintas que tienen la misma fórmula? En general la manera tan acertada y fluida que son los primeros tres cuartos de la cinta –los momentos de tensión no son cuando ves a los entes, si no qué, en las partes más simples con voces y ruidos sencillos—y lo único original del filme, el contexto: la proyección astral. 

Después de la hora la película se cae –aún así sostengo que es una buena opción de entretenimiento y para los amantes del terror—por su cambio brusco e incoherencias, que si bien tratan de meter elementos de una cinta de serie B, la historia se vuelve pretenciosa al cambiar radicalmente a un humor estilo Raimi en sus años de gloria. 

James Wan director de la película, tiene muy bien estudiado el género – desde el inicio de los créditos te das cuenta que será una cinta con alma de terror ochentera-- se le agradecen grandes guiños a películas como: Terror en Amityville, Poltergeist, El Exorcista y hasta la popular saga de los Cazafantasmas. 

Puedo resaltar el maquillaje de algunos de los demonios –en especial el del rostro rojo—y una buena dirección por parte de Wan, quien ya tiene un par de cintas que lo respaldan para mantener una carrera en filmes de suspenso/terror. 

Debo advertirles que desde hace varios años ninguna escena me había provocado un salto, Insidious lo logró. Con un plano de la cara de una de esas fantasmas sonriendo con la mirada perdida, me erizó la piel como hacía tiempo que no me pasaba. 

Ha recaudado lo suficiente para que la cinta sea un éxito. Espero que no quieran realizar una segunda parte como sucediera con Saw del mismo director.

Diego S.

lunes, 27 de junio de 2011


Happy Together: Una cinta de fórmula que destaca por su sobriedad y emotividad.

Todo forma parte de la necesidad de tener a la persona con la que estás ligado emocionalmente, al final de cuentas con todas esas situaciones son las que nos dice que: “somos felices juntos”.

Si esta historia, en lugar de a dos hombres homosexuales tuviera como protagonistas a un hombre y una mujer, probablemente parecería un relato soso, mil veces contado, de amores devoradores, posesiones destructivas, celos, etc.: algo que la narrativa del siglo XX ha repetido hasta el aburrimiento. Pero el problema no es la repetición –aún así, esto no significa que la fórmula ya impuesta evite el surgimiento de buenas películas-- sino la modalidad de la repetición, la reiteración de actitudes, situaciones y personajes cerrados. Happy Together de Wong Kar-Wai es una cinta de fórmula que destaca por su sobriedad y emotividad. 

Po-wing Ho (Leslie Cheung) y Yiu-fai Lai (Tony Leung Chiu Wai) son una pareja de homosexuales que viajan desde Hong Kong hasta Argentina. Al llegar al país sudamericano, la felicidad en la que vivían instalados se desvanece sin remisión. Ho abandona a Lai y éste empieza a trabajar en una bolera con el único interés de ganar el dinero suficiente para regresar a casa. 

Kar-Wai puede subyugar, hipnotizar, conmover,... Pero, sí, a veces, puede ser cansado, desorientador, esteticista. Happy Together también. Es una historia de dependencias, sobretodo de dependencia emocional: la amorosa entre los protagonistas. Pero los personajes se hallan sujetos también a otras dependencias emocionales: nostalgia, deseo e inquietud. 

Explicado en un tempo lento, casi anecdótico acompañado de una estética que juega con los colores, las luces, los tonos, los encuadres. Por momentos nos somete, pero a la mitad de la cinta nos adolece de un exceso de falta de ritmo y de situaciones. Pero al final, como pocos lo consiguen, y como siempre lo hace, Wong Kar-Wai nos conmueve y nos hace sentir como pocos. 

Happy together, habla sobre las situaciones buenas y malas dentro de una relación, gritos, golpes e insultos. Todo forma parte de la necesidad de tener a la persona con la que estás ligado emocionalmente, al final de cuentas con todas esas situaciones son las que nos dice que: “somos felices juntos”.

Diego S.


martes, 21 de junio de 2011


Deseando Amar. Crónica de un amor frustrado.

Un amor frustrado que nadie jamás conoció. Un amor que jamás pudo ser.

El trabajo del director chino Wong Kar-Wai es un tanto incomprendido por las masas, incluso  también por algunos intelectuales. Lo han catalogado de pretencioso y aburrido. Difiero en cuanto ambos términos, Kar-Wai hace cine emotivo. Deseando Amar es la cúspide de su trabajo. 

Hong Kong, 1962. Chow, redactor jefe de un diario local, se muda con su mujer a un edificio habitado principalmente por gente de Shanghai. Allí conoce a Li-zhen, una joven que acaba de instalarse en el mismo edificio con su esposo. Ella es secretaria de una empresa de exportación y su marido está continuamente de viaje de negocios. Como la mujer de Chow también está casi siempre fuera de casa, Li-zhen y Chow pasan cada vez más tiempo juntos y se hacen muy amigos. Un día, ambos descubrirán que sus respectivos cónyuges los están traicionando. 

Quizás, In The Mood For Love tenga una historia sencilla. Quizás puede resultar incomprendida para algunos, pero para otros que han pasado por momentos de soledad, infidelidad, resentimiento y dolor logre ser una historia llena de empatía, sólo es cuestión de verla con los sentimientos a flor de piel. Deseando Amar se siente. 

Los pocos diálogos que se escuchan son certeros y profundos. La cinta habla sobre el auxilio en forma de amor de sus dos protagonistas, quienes se encuentran desamparados, temerosos y malheridos por sus respectivas parejas. Una historia de amor sin besos ni abrazos, sólo miradas. Una historia de amor dolorosa y triste, fugitiva, pero bonita. Un Quizás, un anhelo y un consuelo, “nosotros no somos como ellos”, se dicen a sí mismos buscándole explicación al por qué del desplante mutuo de sus respectivos cónyuges, al mismo tiempo que frenan su amor, un amor frustrado que nadie jamás conoció. Un amor que jamás pudo ser. Siempre inoportuno, sin encontrar su espacio ni tiempo. Un amor lento y silencioso que se fraguó bajo la lluvia, o en la habitación 2046, o en la parte de atrás de un taxi, y que acabó sepultado en los templos de Camboya. 

Técnicamente no sólo es brillante, es sencillamente inolvidable la música de Michael Galasso. Acertados los perdurables boleros ‘Quizás, quizás, quizás’, ‘Aquellos ojos verdes’ o ‘Te quiero dijiste’. Excelente guión y dirección de Kar-Wai. Sublime la fotografía de Doyle. Impresionantes interpretaciones de Tony Leung y Maggie Cheung. Preciosa película. Obra Maestra. Reverencia.

Diego S.

jueves, 16 de junio de 2011


Los Soñadores, una OBRA MAESTRA; todo el que se diga cinéfilo tiene que verla.

"soy soñador e idealista"

Hace algunas décadas el director Bernardo Bertolucci nos trajo una de las cintas eróticas más vanguardistas de los últimos años: El último tango en París. En esa cinta Bertolucci nos muestra la descomposición del ser humano y la juventud en continua búsqueda, un desolador relato de autodestrucción, pesimismo y miseria salpicado de erotismo elegante, y además, la mejor actuación de Marlon Brando. 

¿Por qué inició así? Bueno, Los soñadores del mismo director tiene mucho de la cinta antes mencionada, se podría decir que es su versión recargada pero sin Brando. 

París, 1968. Isabelle (Eva Green) y su hermano Theo (Louis Garrel), están solos en la ciudad mientras sus padres están de viaje, invitan a su apartamento a Matthew (Michael Pitt), un joven estudiante americano, al que han conocido en un cine. Una vez en casa, establecen unas reglas para conocerse mutuamente, explorando emociones y erotismo a través de una serie de juegos extremadamente arriesgados. 

Con la sinopsis clara, esperen escenas eróticas más adecuadas para la época en la que fue filmada y un sinfín de referencias cinematográficas, literarias, musicales y hasta históricas, por lo tanto, sólo es para los verdaderos cinéfilos, para los demás no tendrá mucho sentido. 

Un guión consistente que mezcla la realidad de la película, con partes de películas de culto, que a su vez cada uno de los personajes recrean. El cinéfilo promedio necesita estar bañado de cintas de la vieja escuela, que incluyen a Chaplin y Marlene Dietrich. Diálogos agradables e ingeniosos, que recuerdan a cualquier batalla entre los amantes del cine: "La diferencia entre Keaton y Chaplin es la diferencia entre prosa y poesía, entre la aristocracia y el vagabundo, entre la excentricidad y el misticismo. Entre el hombre como máquina y el hombre como ángel". 

Los soñadores se desarrolla en el año en que simultáneamente hubo revoluciones artísticas, sociales y hasta sexuales en distintas partes del mundo –recuerdan también fue en México--. Bertolucci no se fue por lo que sería típico al mostrar un acontecimiento histórico, si no que, este suceso sólo sirve de marco para “encerrarse” dentro una historia envolvente que muestra las transgresiones de la época y la ruptura generacional de aquellos años. Los gustos artísticos o el sexo, así como la lucha por los derechos de los trabajadores o la oposición a la guerra de Vietnam, son temas que se ven a través de los ojos de los “soñadores”. 

Isabelle, Theo e incluso el aparentemente más ingenuo Matthew, son personajes que desprenden una increíble vitalidad, mostrando una forma diferente de lucha, producto de las revoluciones llevadas a cabo por los artistas que adoran y que se muestran al día de hoy como uno de los pocos triunfos que se cosecharon en esa década. 

Destacable la fotografía de Fabio Cianchetti, y el montaje de la cinta tal cual. Bertolucci dirigió como lo hacen los directores por los que está influenciado, Los soñadores tiene un aire clásico, gracias a un maestro como él. Escenas como las de la bañera y los espejos o la parte de la Venus del Milo, hacen de la película una maestría en dirección y lenguaje narrativo.

Los soñadores es como los buenos vinos, entre más pasa el tiempo la disfrutas mucho mejor.

Diego S.


miércoles, 15 de junio de 2011


Kung Fu Panda 2, secuela que funciona por si sola


Sólo dos estudios de animación son considerados como los grandes dentro del ámbito, Pixar y Dreamworks, el primero se caracteriza por realizar historias infantiles con temáticas muy adultas y para cualquier tipo de público, Dreamworks ha optado por hacer cintas con humor más relajado y hasta cierto punto manejando el humor negro. Su mercado es entretenimiento puro. Kung Fu Panda fue un “refresh” para el estudio, después de la interminable saga de Shrek y logró sacar el humor característico del ogro, para hacer retomar el humor blanco y negro con el panda Po. Kung Fu Panda 2, supera a su antecesora. 

Po, que ahora vive su sueño como guerrero dragón protegiendo el valle de la paz junto a sus amigos los cinco furiosos. Pero Po será amenazado por un nuevo villano, que planea usar una imparable arma secreta para conquistar China y destruir el Kung Fu. Po se enfrentará a él, pero ¿Cómo se puede parar un arma que puede destruir el Kung Fu?. Po deberá buscar en su pasado y descubrir los secretos de su misterioso origen, sólo entonces podrá encontrar la fuerza que necesita. 

En las cintas animadas uno de los principales atractivos es el nivel de reproducción que tienen los gráficos a la realidad; Kung Fu Panda tiene espléndidos escenarios muy apegados a ciertos lugares del continente asiático, en momentos crees estar viendo un paisaje real. Excelentes gráficos. 

El gran acierto de Kung Fu Panda es sin duda el protagonista, el pandita panzón es un personaje acertado, simpático y divertido que logra atraer al público infantil, pero a su vez cautivar a los mayores. La cinta de Po es sólo para entretenerte y divertirte, pero sin dejar pasar varias espectaculares secuencias de acción –sí, manipuladas claro está, por la magia de la computación—que ya quisiera cualquier cinta de acción repleta de efectos especiales. 

Muchos pueden pensar que la secuela era innecesaria, pero difiero, la historia del panda no cuajaba del todo, en esta segunda parte nos explican los orígenes del singular personaje, unida con una interesante aventura y un particular villano emplumado, todo esto con el aderezo de las múltiples referencias a las cintas de Bruce Lee, David Carridane entre otros. 

Destacable el increíble reparto de voces en inglés líderado por Jack Black, Angelina Jolie, Jackie Chan, Seth Rogen, Lucy Liu, David Cross y Dustin Hoffman, a estos se les une Gary Oldman y Jean-Claude Van Damme, conformando uno de los mejores repartos que nos ha regalado el género animado. Así como el destacado doblaje, Hans Zimmer y John Powell hacen mancuerna para componer la música de la película, dos grandes musicalizadores. 

Con un ritmo loco y desenfadado, nos encontramos ante una superproducción que aunque aprovecha el éxito de la anterior entrega, funciona perfectamente por sí misma, y hará las delicias de aquellos que se quedaron con ganas de más tras el tierno final, después de los créditos. Sólo espero que no vayan a desgastar la historia como les sucedió con Shrek.

Diego S.


lunes, 13 de junio de 2011


El secreto de sus ojos es una de las cumbres del cine latino de la última década

Una historia tan compleja como apasionante donde la brutalidad, el amor, el misterio, el humor y la nostalgia conviven en armonía.

El país latino que goza de una gran industria fílmica es Argentina, es la única parte de Sudamérica que cuenta ya con algunos premios Oscar. Juan José Campanella ha sido uno de los direcores que han puesto a los albicelestes en el mapa del cine, gracias a su versátil y ágil manera de dirigir y elegir proyectos. Campanella tiene una muy bien ganada fama de director sensible, o sensiblero para muchos, aún así al comenzar su carrera en Estados Unidos con una cinta tan poco complaciente como El niño que grito puta, continúo dirigiendo películas en su Argentina, generalmente tocando temas sensibles y nostálgicos, siendo El hijo de la novia su mayor éxito en todos los aspectos. Hasta ahora. Y es que El secreto de sus ojos se ha revelado como una auténtica maravilla, siendo, con mucho, su película más completa y compleja. 

Benjamín Espósito es secretario de un Juzgado de Instrucción de Buenos Aires y está a punto de retirarse. Obsesionado por un brutal asesinato ocurrido treinta años antes, decide escribir una novela sobre el caso, del cual fue testigo y protagonista. Reviviendo el pasado, viene también a su memoria el recuerdo de una mujer, a quien ha amado en silencio durante todos esos años. 

El gran mérito de la cinta es el guión, El secreto de sus ojos se centra en involucrarnos en una trama apasionante casi sin que nos demos cuenta. De forma clara y sencilla se desarrolla una historia en la que caben sentimientos y sensaciones muy diferentes y que encajan a la perfección.

Campanella elige la mejor forma posible para contarnos esa historia, que es la que va directa al corazón. Pero sin trampas, sin cartas marcadas. Con una puesta en escena clásica y sencilla, se le puede incluso perdonar un innecesario intento de lucimiento en la secuencia del campo de futbol –aún así la escena es espectacular, llevando a que nos preguntemos como se hizo ese impresionante plano secuencia--

Pero lo que más me gusta de El secreto de sus ojos es que después de habernos sumergido en unas vidas, en una historia como estas, al final se puede permitir el lujo de noquearte con un giro tan sorprendente como genial. Un giro que da una mayor dimensión a la película, y lo hace sin perder en ningún momento la honestidad narrativa que mantenía.

Para el final he dejado a los actores, de los que solo cabe hablar maravillas. Desde el sutil y matizado personaje de Ricardo Darín hasta el glorioso personaje que interpreta con una lucidez extraordinaria Guillermo Francella.

El secreto de sus ojos es una de las cumbres del cine latino de la última década, para dar en como resultado una historia tan compleja como apasionante donde la brutalidad, el amor, el misterio, el humor y la nostalgia conviven en armonía. Imprescindible.

Diego S.


El Dato 

Sobre el plano secuencia, aquí un vídeo el cómo se hizo la impresionante toma del estadio.




jueves, 9 de junio de 2011


Elefante, Lírica visual

Una película basada en hechos reales… no, no es un documental, es una majestuosa mirada a un suceso violento. 

Todo tipo de películas tienen un fin, algunas son hechas sólo para pasar el rato, otras buscan entretener a un público en particular e ir más allá de los géneros palomeros. Gus Van Sant se ha caracterizado por realizar historias humanas, algunas sacadas de su propia cabeza, otras de personajes reales o basadas en ellos –Harvey Milk y Kurt Cobain--. Elefante es una película basada en hechos reales… no, no es un documental, es una majestuosa mirada a un suceso violento. 

Es un día cualquiera de otoño, y todos los estudiantes hacen su vida rutinaria: Eli, camino de clase, convence a una pareja de rockeros para hacerles unas fotos. Nate termina su entrenamiento de fútbol y queda con su novia Carrie para comer. John deja las llaves del coche de su padre en la conserjería del instituto para que las recoja su hermano. Pero ese día no será como los demás... 

No piensen que van a ver testimonios y entrevistas sobre la masacre en Columbine, como lo hiciera Michael Moore, no, esto será un vistazo a lo que cada uno de los estudiantes estaba haciendo, antes de la conocida masacre. Elefante no es una cinta para sentarse y comer palomitas, no, esta presenta un vacío generacional retratado magistralmente por Gus Van Sant. 

Elefante es un desafío para el espectador, el cual es enfrentarse sin vendas ni censura a la realidad exenta de los aditivos y tópicos, a los que nos tienen acostumbrados en otras películas. La falta de comunicación, el desasosiego interior, la depresión en los pasillos con mirada aséptica, la falsa indiferencia cargada de violencia, Van Sant nos hace ver que debajo de la simplicidad existe el error de una perfecta maquinaria. 

La dirección es muy sutil, repleta de secuencias con los personajes de espaldas, que se intercala con varias historia de una manera poética, que junto con la música de Beethoven crean un perfecto manto blanco de tranquilidad, que al final será manchado con un clímax repleto de sangre. Elefante es lírica visual. 

¿Elefante? Sí perfecto título, ¿porqué? El problema es tan evidente que es imposible que no se den cuenta de lo que sucede, “casi como ignorar a un elefante dentro de un salón de clases” --la negación colectiva de un problema muy obvio para los USA, las armas--. 

Obra maestra, imperdible.

Diego S.

lunes, 6 de junio de 2011


Tierra de Zombis dice: "disfruta de las pequeñas cosas"




Con una presentación de personajes casi inmejorable y uno de los mejores guiones que se han visto recientemente en una comedia de este tipo, Zombieland es una muy entretenida producción, con la que uno no se siente engañado como ocurre con muchas películas contemporáneas que prometen acción y se alargan en exceso o auguran risas y acumulan tonterías.

Es cierto que los protagonistas y sus aventuras están algo vistas, el freaky (Jesse Eisenberg), la chica que le gusta el tipo duro (Emma Stone) y la niña lista (Abigail Breslin), pero la importancia está en los detalles, las "pequeñas cosas" que diría el personaje de Woody Harrelson: las reglas para sobrevivir en Zombieland, la curiosa adicción de uno de los personajes hacia determinados alimentos, la inesperada forma de comportarse de las protagonistas, la narración con flashbacks y cortes a otros escenarios como la aclaración sobre el "matazombies de la semana", el clímax final, del que se debería hacer una atracción en algún parque temático...

Por eso, aunque Zombieland, en efecto, tiene sangre, bichos babosos y violencia a mansalva, es una diversión sana que recuerda al espíritu de las mencionadas cintas de los años ochenta, a la vez que supone una forma novedosa, mejor rodada y más interesante de presentar la típica comedia actual sobre adolescentes estilo Judd Apatow o Todd Philips.

No hay que olvidar, por supuesto, a Woody Harrelson, un actor que no siempre me ha gustado, pero que aquí está sencillamente inmejorable en un personaje que le va como anillo al dedo.

Es suficientemente distinta a El desesperar de los muertos, como para disfrutar cada una de ellas sin comparar. Personalmente creo que tienen diferentes virtudes. En ambas se explota el contraste entre el costumbrismo y los zombis pero la cinta de Edgar Wrigth, basa toda su gracia en esto mientras que Zombieland usa personajes algo más arquetípicos pero incrementa la acción y la violencia. El desesperar… tiene más introvertida y Zombieland es explícita, pero ambas son igual de divertidas. 

No extraña el cameo de cierto actor –ok es Bill Murray-- en esta comedia ya que en cierto modo, el exceso gore es mucho más entretenida que, digamos, Planet Terror, es una especie de diversión "para toda la familia" al estilo de las de los años ochenta, aunque evidentemente la familia tiene que tener sentido del humor y un poco de estómago. Zombieland se agradece en una época tan políticamente correcta.

Diego S.

sábado, 4 de junio de 2011


X-Men: Primera Generación, cinta de mutantes ambientada en los sesenta, y totalmente recomendable

Digno inicio de las historias que quedaron sin contar


Es inevitable toparse con el reinicio de las franquicias de los súper héroes y los ya acostumbrados spin off. El éxito es casi seguro tratándose de algún personaje conocido, Wolverine fue uno de los héroes que comenzaron a marcar pauta para que se diera una ola del reinicio de las franquicias --claro también el dinero que estas generan--. Marvel es el estudio que le ha sacado provecho a cada uno de sus creaciones, tanto así que después de los millones que generó X Men, el reboot era lógico. X-Men: primera generación, es un digno inicio de las historias que quedaron sin contar. 

X-Men: Primera Generación cuenta una historia secreta que afecta a conocidos acontecimientos mundiales. Antes de que los mutantes se mostraran al mundo, y antes de que cambiaran sus nombres por los de Profesor X y Magneto, Charles Xavier (James McAvoy) y Erik Lehnsherr (Michael Fassbender) eran dos jóvenes que descubrían sus poderes. No había animadversión alguna entre ellos, sino que al principio les unía una sincera amistad y decidieron trabajar juntos y crear un grupo de mutantes para evitar el Armagedón nuclear. Fue entonces cuando una enorme brecha se abrió entre ellos y supuso el comienzo de la eterna guerra entre la hermandad de Magneto y los X-Men del Profesor X. 

El contexto de la historia de los hombres X no podía ser de otra manera, que contada por medio de los orígenes de los mutantes más importantes de la conocida saga, Magneto y el Profesor X. Teniendo como eje central la vida tan desigual de ambos héroes, podemos darnos cuentas de las razones por las que cada uno de los personajes toman su postura. Uno es perturbado por la violencia en el holocausto, mientras que el otro es un niño consentido y mimado con todo a su alcance. Mérito el Resaltar la idea de que un hombre se hace por su pasado y sus circunstancias, y que las opciones de la vida a veces no lo son, a veces son el camino que nos han obligado a seguir. 

McAvoy y Fassbender, son acertados, cada uno borda su personaje con entidad y personalidad creíble –el aspecto de cada uno los favorece mucho--. El reparto juvenil integrado por Jennifer Lawrence y compañía, son la energía acertada para ver nacer una de las historias del cómic que tienen más seguidores en el mundo de Marvel. Mientras del lado de los villanos, Kevin Bacon construye un personaje que la audiencia logra odiar y qué además interpreta de manera magistral --cosa que ya no había hecho--.

X-Men: Primera Generación, resalta por su dirección de arte que abunda entre la década de los 60’s y los 70’s, su estilo particular kitsch que recuerda a las películas de James Bond de esa época, logran impregnar la historia con la esencia de un cómic de la época dorada de Marvel, viñetas setenteras en el celuloide. 

Quizá la película no tiene grandes secuencias de acción –creo que en las cintas del género es muy difícil sorprender—pero dos escenas valen la pena en ese ámbito, el ancla destruyendo el barco y la manera en que es elevado un submarino. 

Matthew Vaughn se muestra muy “cómodo” en el mundo de los súper héroes, con Kick Ass demostró que puede darle una clasificación C, a una cinta sobre un cómic y salir más que bien librado, en X-Men captura el alma de las historietas de los setentas. 

La película no pretende profundizar en ningún sentido, y ya en momentos se ven gastados los sucesos bélicos en las películas de héroes, sin embargo, X- Men no pretende ir más allá que entretener y divertir un par de horas –son alrededor de dos horas y media--, no será la cinta que marque un antes y un después en las adaptaciones del cómic –eso lo hizo Nolan con El Caballero de La Noche—sólo es una perfecta cinta de mutantes ambientada en los sesenta, y totalmente recomendable –sí, los trajes recuerdan a timbiriche pero se ven bonitos--

Diego S.